Los ojos de los perros son capaces de transmitirlo todo. Con una mirada nos dicen si están tristes, contentos, e incluso nos expresan el amor que sienten por nosotros. Para preservar esta mirada llena de inteligencia y expresividad, es necesario que prodiguemos a los ojos de nuestras mascotas los cuidados necesarios, de manera que podamos evitar complicaciones que serían más graves. Si observamos cualquier anomalía en los mismos, será necesario que lo llevemos a un veterinario para que compruebe el tipo de lesión y la trate adecuadamente.
Los perros, al igual que los humanos, se despiertan con legañas en los ojos cada mañana, que deberemos limpiar todos los días. Para ello utilizaremos una bola de algodón o una gasa suave empapada en suero fisiológico, retirando las legañas en dirección al hocico.
En los perros de pelaje de color blanco es frecuente que se obstruyan los conductos lacrimales, lo que hace que se derramen lágrimas por las comisuras del ojo del perro llegando en algunos casos al borde del hocico, produciendo esas manchas amarronadas tan características en algunos perros de este color. Para evitar la aparición de estas manchas deberemos utilizar productos especialmente diseñados para limpiar estas secreciones.
Es habitual que los perros presenten conjuntivitis, que podremos detectar por la inflamación y el enrojecimiento alrededor del ojo. Cuando observemos estos síntomas deberemos llevarlo al veterinario para que sean tratados, porque de lo contrario el picor y el escozor harán que nuestro perro se intente rascar los ojos, con lo que, además de empeorar la conjuntivitis, puede provocarse arañazos y laceraciones que agraven su situación.
También existen razas en las que es frecuente que se dé sequedad en el ojo. En ese caso deberemos pedir al veterinario que nos indique el tratamiento adecuado para los ojos secos de nuestros perros.