Cuidados de las tortugas en la hibernación


La hibernación de las tortugas es un mecanismo natural por el que muchos animales, durante los meses de invierno, en los que escasea la comida y la supervivencia es más difícil debido a las bajas temperaturas, entran en un estado de semialetargamiento que les hace que disminuya su actividad física y coman menos, pero no llegarán a dormirse completamente, como hacen otros animales, sobre todo los mamíferos, durante este periodo.

Dado que la hibernación se produce para afrontar condiciones meteorológicas adversas, no todas las tortugas hibernan. Aquellas que son originarias de climas tropicales o de lugares donde no se producen grandes variaciones climáticas no suelen hacerlo.

La hibernación suele iniciarse a finales de septiembre o principios de octubre, con la llegada del invierno. Dos semanas antes de comenzar la hibernación propiamente dicha, notaremos como nuestra tortuga come más de lo habitual a fin de hacer acopio de las reservas necesarias para afrontar dicho periodo y buscará un lugar escondido y tranquilo donde refugiarse.

Cuando calculemos que falta aproximadamente una semana para que comience la hibernación, debemos comenzar a suministrarle un suplemento de vitamina A, que es el nutriente que más se consume en este periodo. Así mismo, se necesario que cepillemos con agua todas las partes externas accesibles de la tortuga para eliminar la posible acumulación de microorganismos que pueda favorecer el aumento de infecciones durante la hibernación. Para este cepillado podemos utilizar un cepillo de dientes viejo.
Una vez salga de la hibernación, la llevaremos al veterinario para que le haga un chequeo general y la alimentaremos exclusivamente de verduras ricas en vitamina A y C, así como otras ricas en agua como el tomate para favorecer su recuperación.

Cuidados de las patas de perros y gatos


En el cuidado diario de nuestras mascotas muchas vece nos olvidamos de que las almohadillas, la parte de las patas que está en contacto con el suelo, necesita unos cuidados especiales para no resecarse y de ese modo evitar la aparición de grietas y heridas que podrían infectarse y suponer un problema para nuestro amigo.

Por ello, cuando volvamos de del paseo es aconsejable aplicarles un poco de aceite de almendras, que hidratará la piel y evitará la aparición de problemas en las almohadillas. Al hacerlo, debemos recordar que las almohadillas presentan muchas terminaciones nerviosas, lo que las vuelve muy sensibles y muchos animales se pondrán nerviosos cuando las revisamos o las hidratamos.

Si vemos que nuestro perro o gato cojean, debemos revisar estas almohadillas plantares y ver qué es lo que le está molestando. Lo haremos presionando suavemente tanto en las almohadillas como alrededor de ellas, para ver dónde le duele, aunque deberemos hacerlo con cuidado, porque si el dolor es muy intenso el animal puede reaccionar con agresividad.

Si hay una lesión, normalmente estará producida por objetos como vidrios, astillas de madera y quemaduras si el perro camina constantemente por la carretera. Si observamos que nuestro perro o gato se lame repetidamente las almohadillas y las mordisquea, deberemos llevarlo inmediatamente al veterinario, ya que pueden llegar a producirse úlceras con esta conducta.

Las mascotas y el frío


El verano se termina y llega el otoño, con lo que pronto comenzarán a bajar las temperaturas. Nosotros nos tendremos que adaptar a ellas y nuestras mascotas también. Es una creencia muy extendida la idea de que nuestra mascota se protege del frío con su pelaje, pero no siempre es así, ya que todas no están preparadas para las bajas temperaturas, sobre todo si son animales provenientes de climas cálidos.

Debemos extremar las precauciones tanto con los cachorros como con los animales ancianos o enfermos, ya que su capacidad de regular su temperatura corporal es menor y una larga exposición al frío puede constituir un riesgo para ellos.

Si tenemos un perro, dependiendo de la raza tendremos que darle una protección u otra. Los perros de pelo corto, tanto pequeños como grandes necesitarán abrigos para los paseos si el frío es extremo, ya que su escaso pelaje no les protege de las bajas temperaturas. En cuanto a las razas de pelo largo, como el pastor alemán o perros nórdicos, su pelaje les protege, pero deberemos cepillarlos más a menudo.

Si tenemos un gato, deberemos protegerle del frío dentro de casa. El gato es un animal que no tolera bien el frío, por lo que buscará un rincón cálido preferiblemente cerca de la calefacción o de nosotros. Es importante que para dormir disponga de una cama calentita, que le aísle del frío del suelo, para que pase las noche confortablemente.

En el caso de las aves exóticas, aunque suelen adaptarse bien al frío, deberemos comprobar que han completado la muda y que tienen el plumaje preparado para pasar el invierno. Deberemos proporcionarles un nido donde puedan descansar y colocar la jaula en un lugar apartado de las corrientes y de las zonas más frías de la casa.

Viajar con tortugas


Si nos vamos a ir de viaje por unos cuantos días, lo mejor es que dejemos a nuestras tortugas al cuidado de alguien, ya que el cambio de rutina que supone el viaje crea un alto nivel de estrés a estos animales, que puede tener repercusión sobre su salud.

Si no tenemos a nadie con quien dejarlas y nos las llevamos con nosotros, es importante que tengamos en cuenta una serie de puntos antes de comenzar el viaje.

– Si vamos a viajar en coche, deberemos buscar un lugar donde no les dé el sol, ya que, como a todos los reptiles, el calor les estimula y las empujará a moverse de un lado para otro del auto, lo que puede representar un problema para nuestra seguridad, sobre todo si tenemos más de una tortuga. Lo mejor es colocarla en un recipiente y cubrirla con algo que la tape y que no permita que entre la luz. De ese modo estará mucho más tranquila y sufrirá mucho menos estrés.

– Si podemos elegir el horario del viaje, lo mejor es salir temprano por la mañana, cuando aún están durmiendo o prácticamente se acaban de despertar, momento en el que su metabolismo es muy lento.

– Tendremos que tener cuidado, sobre todo si viajamos en coche, con el climatizador, ya que debido al estrés del viaje un cambio de temperatura puede hacer que se resfríe.

– Si vamos a viajar en avión, deberemos tener en cuenta que una vez en el vuelo la atmósfera se vuelve muy reseca, por lo que lo mejor es transportar nuestras tortugas en una pequeña pecera a la que hayamos añadido unos cinco centímetros de agua para evitar que se deshidraten.

Cuidados del dwarf (conejo enano)


Es seguramente su pequeño tamaño donde radica el éxito de los conejos enanos, ya que hacen de él un animal capaz de convivir en cualquier espacio. Por otra parte, su pelo corto y sedoso los convierte en mascotas ideales para los niños pequeños.

Los cuidados que debemos proporcionales a esta raza son los siguientes:

Dado que es una especie muy sociable, lo mejor es tener una pareja de conejos. Si no queremos que críen, podemos tener dos hembras. De ese modo nuestros animales nunca se sentirán solos.

Debemos tener cuidado al alimentar al conejo enano, dado que tiene un aparato digestivo muy sensible, por lo que no debemos nunca sobrealimentarlo. Para alimentarlo nada mejor que zanahorias y ciertas frutas como manzana o plátano, pero con moderación. No debemos darle nunca nueces ni semillas. Tampoco debemos darle vegetales como las judías verdes o tréboles. Es esencial que en su dieta incluyamos heno de alfalfa, ya que de ese modo obtienen la fibra que su sistema digestivo necesita.

Dado que estos animales tienen tendencia a la obesidad, es necesario que les permitamos hacer ejercicio todos los días, dejándole corretear de forma controlada por la casa o el jardín. Si queremos, también podemos fabricarle un pequeño corral con una tela metálica, pero teniendo en cuenta que siempre debe tener una zona de sombra donde guarecerse del sol.

El cepillado es muy importante, ya que de lo contrario el animal ingerirá el pelo en su aseo diario y se le pueden formar bolas de pelo en el estómago. Si tenemos un conejo de pelo corto, basta con que lo cepillemos tres veces a la semana, pero si tiene el pelo largo deberemos hacerlo todos los días.

Cuidados del pelo del gato persa


Una de las características que hacen más atractivo al gato persa es, sin duda alguna, su largo y sedoso pelaje. Si queremos que nuestro gato tenga siempre un aspecto perfecto, deberemos cepillar y cuidar su capa de pelo.

El cepillado es muy importante, porque de ese modo disminuiremos en gran medida la cantidad de pelo que nuestro gato ingiera cuando se llame el pelo, evitando así problemas derivados de la ingesta de pelos.

Para peinar a nuestro gato deberemos tener dos peines, uno de púas más separadas y otro con ellas más juntas. El primero lo utilizaremos si el gato tiene el pelo muy enredado y lleno de nudos. Si no es así podemos utilizar el segundo para peinarlo eliminado pequeños enredones.

Debemos tener mucho cuidado al cepillar las axilas, la barriga, la cola y el pecho, porque es el lugar donde encontraremos más nudos. Deberemos deshacerlos con paciencia, siempre sin tirar para no lastimar al gato. Recordemos que el cepillado debe ser un momento placentero para nuestra mascota, con lo cual nos será más fácil asearlo. Deberemos peinarlo todos los días para mantener su pelo libre de nudos.

Para cepillar al gato deberemos utilizar un cepillo para gatos o para perros de talla pequeña. El cepillado lo haremos una vez por semana, y lo haremos siempre a contrapelo para eliminar más fácilmente el pelo más débil.

Si no puedes cepillar a tu gato por unos días, puedes echarle un poco de polvos de talco para evitar que se le formen nudos, pero no debes abusar de él. Utilízalo sólo en casos de emergencia, ya que a la larga inhalar polvos de talco puedes ser perjudicial para el aparato respiratorio del animal.

Limpieza del acuario


Si queremos mantener a nuestros peces en perfecto estado, una rutina de la que no nos debemos olvidar es la limpieza del acuario. Deberemos tener en cuenta que la falta de higiene es tan perjudicial para nuestras mascotas como el exceso de la misma, por lo que no debemos limpiarlo demasiado a menudo. Otro punto a tener en cuenta es que nunca deberemos utilizar jabones ni detergentes, porque resultan tóxicos para los peces.

La limpieza del acuario la deberemos llevar a cabo una vez al mes, momento en que deberemos renovar el agua, pero debe estar previamente tratada y nunca podemos utilizar agua directamente del grifo. Para ello basta con tenerla en reposo un día antes de usarla. No debemos eliminar totalmente el agua antigua del acuario, sino renovar aproximadamente una cuarta parte de la misma.

Para limpiar la grava del fondo será necesario utilizar un sifón que se puede encontrar en cualquier tienda especializada.

Al limpiar los cristales no deberemos utilizar ningún tipo de detergente, ni siquiera en la parte exterior. Es mejor usar sólo agua y una esponja. Los cristales los limpiaremos cuando hayamos eliminado parte del agua y antes de echar la nueva.

Es esencial aprovechar la limpieza para combrobar el Ph y la dureza del agua.

No olvides limpiar los filtros. Lo mejor es hacerlo en un día diferente del cambio de agua y limpieza de cristales. En las instrucciones del fabricante encontrarás una explicación detallada de cómo hacerlo.

También puedes incorporar peces limpiadores que se comen las algas y los restos de comida. Viven mucho tiempo y son muy higiénicos. Antes de introducirlos, asegúrate de que no tendrán problemas de convivencia con las especies que ya tienes en el acuario.

Cómo cortar las uñas a un canario


Uno de los cuidados que sin duda trae más de cabeza a los dueños de un canario es mantener sus uñas cortas. En la naturaleza, las aves se las liman al agarrarse a las ramas y a los troncos, por lo que limitan su crecimiento natural, pero en el caso de las aves enjauladas este desgaste natural no se produce, por lo que deberemos ser nosotros quienes mantengamos las uñas de los canarios en su longitud ideal.

Para poder cortarle las uñas tendremos que sacarlo de su jaula, lo que asustará mucho al animal, por lo que deberemos hacerlo con cuidado, sin perseguirle con la mano por la jaula, ya que en su revoloteo nervioso podría hacerse daño en un ala o en una pata. Lo mejor es esperar a que se calme un poco y cogerlo con suavidad pero con firmeza, de forma que no se nos pueda escapar de la mano. Por si acaso, es conveniente realizar la operación en una habitación con las puertas y ventanas cerradas.

Para cortarle las uñas podemos utilizar unas tijeras normales o un cortaúñas. Estiraremos una a una las uñas siempre poniéndolas al trasluz de una ventana soleada, de forma que podamos ver la venita que recorre la uña. No deberemos nunca cortar más allá de dicha venita, ya que en ese caso le haríamos daño y le provocaríamos una herida. Es importante que hagas el corte recto y que intentes no dejar ninguna astilla de la uña, para el canario no se enganche. Si quedara alguna astilla, puedes limarla con una lima suave.

Si por accidente cortas más allá de la vena de la uña y ésta empieza a sangrar, toma un algodón y agua oxigenada y presiona la uña hasta que deje de sangrar. Después desinféctalo bien pasando de nuevo un algodón con agua oxigenada

Elegir un terrario para tu reptil


Los terrarios son un espacio cerrado, en el que los animales pequeños, como tortugas o lagartos, son guardados con seguridad. Hay una gran variedad de terrarios que están diseñados para cumplir con las necesidades de los pequeños reptiles. Antes de comprar cualquier “casa” para tu mascota, deberás tener en cuenta algunos aspectos:

– Algunos están realizados en acrílico. Este material, debido a que se raya fácilmente, no es recomendable para el uso con los reptiles y los anfibios con garras afiladas. El vidrio es el mejor material en estos casos.

– Los materiales utilizados en los terrarios de los reptiles deben ser impermeables para que la desinfección sea fácil. La estructura debe tener un fácil acceso para que no se dificulten las labores de limpieza.

– Si piensa utilizar una piedra de calor o una fuente de calor similar, debes considerar la posibilidad de hacer que un experto en la materia, perfore la parte inferior para hacer salir el cable de alimentación.

– Asegúrese de saber perfectamente lo grande que será tu nueva mascota. Esto es imprescindible para que con el paso del tiempo no se le quede pequeña la casa a tu mascota.

Después de analizar estos consejos debes recordar que el terrario elegido debe mantener a tu mascota bien resguardada de manera que no pueda salir fácilmente de él y que ningún otro animal, tampoco pueda acceder. Pero, el terrario no debe parecer una caja herméticamente cerrada, ya que una buena ventilación será imprescindible. La falta de ventilación permite que los microorganismos de algunas enfermedades sobrevivan y se multipliquen fácilmente. Estos “ataques” provocarán que el animal sea cada vez menos resistente a los ataques.

Cuidado de los cascos del caballo


Pocas sensaciones se pueden comparar a montar un caballo al galope, sintiendo la fuerza y la armonía del animal. El caballo está hecho para correr y para trotar, y para poder hacer sin lesiones ni problemas, es necesario que sus cascos estén bien cuidados, ya que son ellos los que le permiten desenvolverse en prácticamente todo tipo de terrenos.

Cuando está en libertad, estos cuidados no son necesarios, ya que el casco se regenera en proporción directa al desgaste causado, pero el caballo doméstico tiene que soportar el peso del jinete, las horas de establo, y las actividades que desarrolla, por lo que el desgaste de los cascos es mayor que su regeneración, de ahí que sea necesario el uso de herraduras.

Además, todos los días, deberemos dedicar al menos unos minutos a la limpieza de los cascos preferentemente antes de montarlos. Esto es importante porque en los cascos pueden acumularse objetos que dañen las partes blandas de los cascos, lo que le puede provocar heridas y además es una parte del animal que está en contacto con el estiércol, lo que puede hacer que, si existen heridas o cortes se infecten y terminen por lesionar al animal.

Para limpiarlos utilizaremos una herramienta denominada limpiacascos, que utilizaremos desde el talón hasta la punta del casco, teniendo cuidado de no tocar las partes blandas, prestando atención a los surcos y a la ranura central, comprobando que no existen cortes, grietas ni piedras clavadas. También comprobaremos que las herraduras están perfectamente colocadas.

Para terminar aplicaremos alquitrán para cascos, que nos ayuda a combatir los gérmenes, y el mal olor y pomada para cascos, que los hidrata, evitando que se sequen y aumentando su flexibilidad.