Si te has criado en una casa de campo o has tenido la oportunidad de comer huevos frescos, sabrás que comprar gallinas es una buena inversión para aquellos amantes de los animales que tengan un buen terreno. Pero si nunca las has tenido hay algunos puntos que debes tener en cuenta.
En primer lugar, las gallinas deben ser ponedoras, que no te vendan gato por liebre, porque son animales que pasado un tiempo dejan de poner huevos y, en ocasiones, no vuelven a hacerlo nunca más. Además, se aconseja comprar varias al mismo tiempo, ya que lo más habitual es que cada una de ellas ponga tan sólo un huevo al día.
Otro punto importante es alimentarlas correctamente, la ventaja que tiene es que comen prácticamente de todo, por lo que podemos aprovechar los restos de nuestras comidas para echárselos. También deben tener siempre un recipiente con agua para poder beber.
Por otra parte, si el espacio es amplio, mejor que mejor, porque a las gallinas les gusta pasear por el campo. Eso sí, si tenemos otras mascotas, como perros, es recomendable que construyamos un gallinero para evitar problemas, a no ser que todos lleguen a casa al mismo tiempo, lo cual favorece la adaptación y la sociabilidad entre animales.
Si además de todo lo mencionado, tenemos la posibilidad de adquirir un gallo no sólo nos ayudará a despertar por las mañanas, sino que las gallinas estarán más felices y se sentirán más protegidas. Eso sí, no debemos olvidar que algunos no sólo cantan de madrugada, sino durante todo el día.
Por último debemos recordar que las gallinas suelen poner huevos diariamente pero durante un tiempo determinado que normalmente ronda los dos años. Transcurrido ese período, podemos esperar unos meses para cerciorarnos de que no vuelven a poner y elegir entre si deseamos seguir teniéndolas como animales de compañía o usarlas para hacer la que dicen es la sopa más rica del mundo.