La importancia del olfato para los perros


A diferencia de los seres humanos, los perros no tienen tan desarrollado el sentido de la vista. Dependiendo de las razas y la anatomía de sus ojos, tendrán mayor o menor grado de miopía. Pero todos ellos son cortos de vista y ven mal de lejos, distinguiendo aún menos por la noche.

Hay una gran diferencia en relación a los sentidos caninos, si comparamos estos con los de los humanos. Aunque los perros perciban formas y ciertos colores (la hipótesis más fiable es que los perros únicamente ven algunos colores, como el amarillo o el azul, mientras que el resto los percibe como variaciones de gris), la jerarquía de sus sentidos es totalmente distinta. Para los humanos el sentido más importante es la vista, seguido del tacto, el oído, el olfato y por último el gusto. Sin embargo, para los perros el sentido primordial será el olfato y no así la vista, que se colocaría en tercer lugar en el nivel de jerarquía tras el oído y por delante del tacto y el gusto respectivamente.

El olfato es tan importante para los perros que los cachorros a los pocos minutos de nacer ya son capaces de encontrar, gracias a este sentido, los pezones de su madre para poder mamar. Sus ojos y oídos aún permanecen cerrados, por los que no tienen otra manera de hacerlo. Pocos días más tarde sus oídos y ojos se abrirán, lo que permitirá al cachorro familiarizarse con el entorno.

Es curioso además que los perros no sean capaces de observar una fotografía pero si pueden observar la televisión. Esto es debido a que, a diferencia de los humanos, ellos no se preocupan de las formas. Los perros le dan mas importancia a los rituales como el amor o el liderazgo. No es importante pues para ellos el color de los ojos o si se lleva algo puesto, pero sí lo es el movimiento. La televisión, la imagen, es movimiento y no así las fotografías. De esta forma un perro podrá reconocer a su dueño sin importar si este va disfrazado o cambia su tono de voz. Lo reconocerá simplemente por su forma de moverse.

La documentación de tu mascota


Los seres humanos tenemos todo tipo de documentación: carnet de identidad, de conducir, la tarjeta de la Seguridad Social, etc. Esos documentos, los llevamos con nosotros y si no, los guardamos en un lugar seguro en casa. Tu mascota, también tiene una serie de documentos que debes tener a mano en casa para llevártelos en caso de que sea necesario. La documentación general de tu mascota es:

– Registro actualizado de las vacunas. Cartilla del veterinario
– Tarjeta de su médico: nombre, dirección y número de teléfono
– Registros precisos de las etiquetas de identificación de tu mascota o marcas (pedigree, microchips, etc.)
– Informe de condiciones médicas; enfermedades crónicas, medicamentos, alergias…
– Una foto reciente
– Datos de contacto en caso de emergencia. Incluye un número de móvil alternativo.

Estos documentos son muy necesarios, sobre todo, en algunos casos:

– Identificación de una mascota perdida. Tendrás que saber las marcas que identifican exactamente a tu amigo. Si fue operado de pequeño, recuerda donde tiene la cicatriz. Si no encuentras a tu animal y alguien te comenta que lo tiene, pídele que te lo describa. Lo mejor es que tú no le des datos para que no te pueda engañar, sobre todo si hay una recompensa económica.
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Una manera fácil de gestionar toda la documentación y tenerla siempre a mano, es guardarla en un par de carpetas. En una de ellas, puedes guardar los originales y en otra unas fotocopias. En caso de pérdida de los originales, siempre te quedarán las copias.

Ingredientes de una dieta canina sana


Independientemente de cómo alimentemos a un perro, hay que cuidar que por lo menos su dieta cuente con una serie de ingredientes esenciales, porque una dieta equilibrada con nutrientes de alta calidad es vital para su buena salud. Los componentes esenciales de una dieta canina correcta son las proteínas y las grasas, sin olvidar un aporte de fibra. En las etiquetas de todos los alimentos para mascotas podemos observar la cantidad de estas sustancias que aportan a nuestro animal.

Las proteínas son moléculas complejas formadas por varios aminoácidos, que son los bloques de construcción de todos los tejidos del cuerpo y de todos los enzimas que facilitan las relaciones químicas del cuerpo. La mayor fuente natural de proteínas es la carne, pero, al igual que los humanos, los perros pueden obtener los aminoácidos esenciales que necesitan a partir de proteínas vegetales.

Las grasas contienen ácidos grasos esenciales. Son energía densa, con el doble de calorías por gramo que las proteínas o los hidratos de carbono; su aroma y su sabor además las hace muy apetecibles para los perros, y son imprescindibles para transportar las vitaminas. Los perros suelen preferir la grasa animal, pero la vegetal puede resultar igual de nutritiva. Por ejemplo, el aceite de linaza tiene beneficios nutricionales prácticamente idénticos a los del aceite de pescado.

La fibra es una parte natural de la dieta del perro, y necesaria para una buena digestión y unas deposiciones sólidas; la fibra absorbe el agua y transporta las vitaminas solubles por el cuerpo. La cantidad de fibra necesaria varía según la edad y el estilo de vida del perro.

El Terrier Tibetano: guardián necesitado de compañía


A pesar de su nombre, esta raza no es y nunca ha sido un terrier de trabajo que persiguiera animales en la superficie. Los primeros occidentales recordaban a estso perros, pero su nombre tibetano es dhoki apso, que podría traducirse como “el perro guardián de pelo largo”.

Tradicionalmente habitaban en los monasterios como compañeros y perros guardines de los monjes; ambos papeles los siguen cumpliendo fielmente hoy en día. Se creía que estos perros daban buena suerte y se entregaban como regalos o tributos, lo que acabó provocando que la raza llegara a occidente.

La doctora Greig, que trabajaba en la India en la década de 1930, recibió unos cachorros de un paciente agradecido, y así estableció el primer club canino occidental de estos perros en Gran Bretaña.

Suelen pesar entre los 8 y los 14 kg, alcanzan una altura es de 36 a 41 cm a la cruz, tienen un cuerpo fuerte y compacto, pies grandes y redondos escondidos bajo el abundante pelo de color variable, orejas en forma de V y doble capa de pelo, ondulada o lisa. Aunque amables, afectuosos y sorprendentemente vivaces, los terrier tibetanos nunca han llegado a ser tan populares como sus parientes más pequeños, los lhasa apso.

El único y acusado problema del carácter de esta raza es su ansiedad ante la separación: sufren mucho más que otras razas y se vuelven ruidosos e incluso destructivos si se los deja solos durante mucho tiempo. Aunque sus quejidos y ladridos se pueden llegar a controlar con un buen adiestramiento, los aullidos son más difíciles de eliminar; es algo que tendremos que tener en cuenta antes de decidirnos por esta raza.

Cómo prevenir infecciones en los perros


Parece un tópico, pero es cierto: en los animales, como en las personas, más vale prevenir que curar. Es más sencillo, barato, y nos ahorraremos disgustos y sufrimiento a nuestra mascota. Existen formas fáciles, demostradas y eficaces de proteger, por ejemplo, a un perro de las enfermedades infecciosas. La principal son las vacunas.

La vacunación es la razón más importante por la que ya no mueren en enormes cantidades perros por enfermedades infecciosas como el parvovirus o el moquillo. Aun así, algunos dueños tienen miedo de administrar vacunas a sus cachorros porque creen que eso puede producirles otros problemas.

Es evidente que cualquier procedimiento veterinario conlleva un riesgo, pero el riesgo de una vacuna eficaz y efectiva comparado con el riesgo de una enfermedad que puede llegar a ser mortal es realmente mínimo.

La vacunación o inmunización estimula la respuesta inmune natural y protectora contra el agente de la vacuna: las vacunas contienen patógenos muertos o vivos, pero modificados genéticamente. Algunas contienen sólo partes de los patógenos, por ejemplo, la concha de proteínas de los virus.

Las vacunas que hay que administrarle a un perro depende también de su lugar habitual de residencia o de los que vaya a visitar. Las vacunas contra enfermedades como la rabia, el moquillo, la hepatitis, y el parvovirus, duran al menos tres años, aunque algunos veterinarios pueden recomendar inyecciones anuales dependiendo del entorno.

Elegir el sexo del gato: diferencias a tener en cuenta


La diferencia de carácter entre machos y hembras no son tan grandes como suele creerse, pero, en términos generales, los machos –hayan sido castrados o no- sueñen tener un carácter ligeramente más tranquilo que las hembras. En cuanto al aspecto, en la mayor parte de las razas, la diferencia sí es bastante apreciable a simple vista: los machos son más grandes y robustos, y tienen la cabeza más ancha, lo que les confiere un aspecto más imponente.

Si no se tiene la intención de que el gato críe, la elección entre un macho y una hembra es un asunto de preferencias personales; si no se quiere descartar la posibilidad de criar, habrá que elegir una hembra. Debido a sus instintos naturales, es imposible tener encerrados a los gatos, y tener uno o más machos como reproductores correteando por el exterior supone toda una serie de posibles problemas que no deben subestimarse.

Si se tiene la intención de que nuestra mascota críe, hay que tener en cuenta que hay una larga lista de motivos por los que realmente no es una buena idea para un principiante empezar a criar partiendo de un macho. Con una buena gata se puede conseguir una colección de “pretendientes” apropiados y podremos elegir al gato macho.

Si no se tiene la ambición de criar, lo mejor será esterilizar a nuestro felino, sea macho o hembra. Los machos castrados no marcan su territorio por casa y es menso probable que se vayan a vagabundear fuera de casa; las hembras no esterilizadas (especialmente las que pertenecen a razas orientales) entran en celo prácticamente sin avisar y en ese momento aprovechan cualquier momento de descuido para escapar. El celo de las gatas se puede inhibir químicamente de forma temporal o quirúrgicamente de manera irreversible.

La esterilización quirúrgica de las gatas no posee efectos secundarios y con ella se evitan un alto porcentaje de problemas derivados de las alteraciones hormonales (quistes ováricos, tumores en ovarios y útero, infecciones uterinas…). Debemos tener en cuenta que no se deben esterilizar a gatas de menos de tres meses, hayan tenido el primer celo o no, y tampoco es aconsejable la cirugía si la gata padece algún problema metabólico que impida su anestesia general.

El aseo general del gato


Con excepción de los gatos esfinge y Rex, la mayoría de los gatos están dotados de una capa de pelo, gruesa o fina, que estarán mudando prácticamente durante todo el año. En primavera y otoño nos encontraremos con que se les cae una gran cantidad de pelo, pero es normal. Con un cuidado adecuado, podremos evitar que nuestra mascota suelte gran cantidad de pelos encima de los sofás o alfombras.

Normalmente, para mantener en buenas condiciones a un gato de pelo corto, es más que suficiente con cepillarlo una vez a la semana, y a la mayoría de gatos de pelo semi-largo tampoco es necesario acicalarlos mucho más; sin embargo, la toilette diaria de un gato persa de pelo largo, por ejemplo, ya es otra historia.

La textura de la capa de un gato persa de pelo largo provoca que empiece a enredarse casi irremediablemente en muy pocos días si no nos preocupamos de cuidárselo bien, si se descuida durante algún tiempo, el gato puede llegar a sufrir irritación en la piel, erupciones y hasta calvas y sarpullidos. Los peines y cepillos más adecuados para usar dependerán de la textura y longitud del pelo de la raza en concreto; lo ideal es preguntar al criador que nos enseñe el equipo que usa él, porque la diferencia de tiempo, comodidad y resultado en el cuidado del pelo de un gato puede ser abismal si se usa el equipo adecuado o no.

La mayoría de los gatos que se exhiben en exposiciones están acostumbrados a ser bañados con champú de vez en cuando; y aunque dicha actividad no figure en nuestros planes para la mascota, si convendrá acostumbrarlo a tomar un baño de vez en cuando. Si no, cuando alguna vez necesitemos imperiosamente hacerlo por algún percance, la experiencia puede ser desastrosa para el gato y el dueño, por eso es mejor acostumbrarlo desde pequeño aunque no sea necesario.

Hay que usar siempre un champú para gatos, uno para personas o cualquier otro producto de limpieza podría dañar sin glándulas sebáceas; y en el caso de gatos excesivamente reticentes al baño, podemos utilizar un polvo especial sin perfume que absorbe la suciedad y el exceso de grasa.

Cómo aprender a pasear al perro


Hay ocasiones en las que algunos dueños, en lugar de estar paseando por su perro, tienen la sensación de estar siendo paseados por el animal. Perros que en casa son dóciles, pueden volverse completamente ingobernables en la calle; y que el paseo sea cómodo para el perro y el amo puede marcar la diferencia entre que sea un momento lúdico a compartir con nuestra mascota o un suplicio diario para ambos: con un buen adiestramiento se puede enseñar al perro a caminar junto a nosotros sin tirar de la correa.

¿Qué palabras podemos utilizar? “Quieto”, “siéntate”, “adelante” y “junto” son las cuatro órdenes básicas que nuestro can debe aprender a acatar; y las cuatro que nosotros debemos aprender a darle.

El perro debe sentirse cómodo llevando collar y una correa ligera. Es mejor empezar el adiestramiento en casa, preferiblemente en un pasillo sin obstáculos ni distracciones; luego se puede continuar en una zona exterior, pero sólo cuando por lo menos haya aprendido a aceptar cómodamente la orden “junto”. Las sesiones han de ser cortas, de entre 5 y 15 minutos cada vez, y nunca cuando el perro –ni su dueño- esté cansado. Piense con qué pierna va a empezar a caminar, es un detalle importante; ya que el perro se guiará por esa pierna.

Se debe comenzar dando las órdenes de “siéntate” y “quieto”, y cuando queramos que comienza a andar, “adelante”, al mismo tiempo que comenzamos a andar con la pierna izquierda. Mientras el perro se mueve a nuestro lado hay que darle la orden de “junto”, y si de repente tiende a acelerarse hay que turar suavemente de la correa y dar la orden de “quieto”. Después de dar algunos pasos, hay que parase y dar la orden de “quieto”; si lo hace bien, es conveniente una pequeña recompensa y una alabanza, y después repetir la misma secuencia de pasos.

Una vez que el perro haya aprendido a caminar a nuestro lado, se pueden empezar a introducir los giros: mientras se anda, se usa la mano izquierda para guiarlo hacia la derecha y cuando empieza a girarse se le da la orden de “junto”. Si llevamos al perro a nuestra izquierda, los giros hacia ese lado serán un poco más complicados: hay que aumentar el paso y deslizar la mano por el collar para controlarlo de cerca, el perro ha de estar cerca de nuestra pierna izquierda y atender a la orden de “junto” mientras aminora el paso para girar.

Poco a poco y repitiendo el adiestramiento de forma constante, será un perro educado que podrá pasear tranquilamente con su dueño.

Adoptar mascotas mayores


Todo el mundo ama a los cachorros. Los pequeños, son preciosos y muy juguetones pero ¿Qué sucede con los perros mayores? Cuando alguien decide adoptar una mascota, siempre piensa en un cariñoso cachorro ¿has pensado que hay mascotas que necesitan lo que se denomina un “hogar de retiro”? Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar a decidirte a adoptar a un perro adulto:

– Son más tranquilos y tienden a tener mejores modales en casa. Cuando les saques a la calle demostrarán su vitalidad pero, normalmente, cuando lleguen a casa se tumbarán para relajarse.

– Perros mayores se orientan más fácilmente y tienen algunas órdenes ya aprendidas, lo que facilitará vuestra convivencia. De todas formas seguro que has oído alguna vez eso de que a un perro mayor no se le pueden enseñar cosas nuevas, ¿verdad? Afortunadamente, eso no es cierto. Los cachorros tienden a tener momentos de atención más cortos, mientras que los mayores aprenden más rápidamente.

– Los animales mayores, una vez se hayan acoplado a su nueva casa, no se harán sus necesidades en ella. Los perros ya saben cómo pedirte salir y los gatos saben utilizar perfectamente su caja de arena.

– Olvídate de la etapa destructiva. Los cachorros durante la etapa de la dentición, morderán todo aquello que se les ponga por delante. Los adultos, ya pasaron esa época hace mucho tiempo.

– Tendrás más tiempo para pasarlo junto a tu mascota, ya que, no tendrás que estar enseñándole, limpiando la casa por sus descuidos, etc.

– Los vínculos amorosos se reafirman más con los animales adultos, ya que saben mucho mejor agradecer el amor que se les da.

Cómo elegir la raza de gato


Si uno se va a decidir a adquirir un gato de raza, inevitablemente la elección inicial tendrá que basarse en gran medida en su aspecto. Este planteamiento no tiene nada de malo, con tal de que también se tenga en cuenta que los gatos con pedigrí no sólo tienen un aspecto relacionado con la raza sino que también tendrán sus propias exigencias específicas a la hora de cuidar su salud. Las distintas razas tienen características y caracteres muy diferentes y hay que tenerlo en cuenta.

Las diferencias entre las distintas razas de gatos están menos marcadas que entre las distintas razas de perros, pero hay que tenerlas en cuenta para hacer una buena elección. Algunas razas son enormemente juguetonas y activas, mientras que otras son tranquilas y aparentemente apáticas.

¿Pasamos mucho tiempo en casa o el gato va a estar muchas horas solo? ¿Tenemos tiempo y paciencia para peinar al gato cada día o preferimos una mascota de cuidados sencillos?

Los felinos de ciertas razas se sentirán perfectamente felices dejándolos a su aire disfrutando de una cierta independencia, mientras que otras no dejarán de tratar de llamar nuestra atención a todas horas para que les dediquemos nuestra atención. Si no tenemos en cuenta estos factores, podemos llegar a arrepentirnos de la adquisición de nuestra mascota, por ejemplo por haber subestimado la cantidad de cuidados que el animal requiere o porque resulte excesivamente tranquilo o por el contrario demasiado travieso y excitable.

Todos los gatitos pequeños resultan encantadores, pero cuando los llevamos a vivir a nuestro lado y crecen, quizá sea tarde para descubrir que acicalar a un persa de pelo largo es una tarea pesada y diaria, o que un elegante siamés requiere continuamente nuestra atención con estridentes maullidos, o que el turco van tiene un carácter difícil e impredecible no apto para dueños novatos o poco pacientes.

Por todo esto, aparte de sus características físicas, cuando vayamos a decidirnos por un gato es importante investigar los rasgos típicos de cada variedad, e incluso, si nos es posible, observar distintas razas en criaderos o exposiciones.