Las arrugas no solo aparecen en las personas. También los animales tienen. De hecho, en algunas mascotas es justo una de las principales características y rasgos diferenciadores de sus razas. Y es que, en este caso, las arrugas, lejos de ser un problema, son entrañables e, incluso, llegan a dar un aspecto muy cariñoso al animal de compañía. En este caso, nos centramos en los perros.
Las razas
Dentro de las razas de perro que tienen arrugas, una de las más conocidas es el Crestado chino en el que se observan estos pliegues en su piel, que está prácticamente sin pelo. Junto a él, hay otros menos conocidos como el Bullmastif, que habitualmente se cría como perro de guardia y que tiene un gran tamaño, llegando a alcanzar los 55 kilos.
Otro perro con arrugas es el Mastín Napolitano, que se caracteriza por esos pliegues que le hacen un tanto entrañable porque, además, es un perro muy cariñoso y tímido. Las arruguitas son muy visibles en el Xoloitzcuintle, que no tiene pelo y sí diversos pliegues en su piel.
En el listado también nos encontramos con otros perros como el Shar Pei en el que llaman mucho la atención los pliegues que forman su piel y que le confieren un aspecto tierno, como de oso de peluche, aunque es un can con mucho carácter.
No podemos olvidarnos del Basset hound, que tiene una piel que parece que está muy suelta del cuerpo, favoreciendo la formación de arrugas, sobre todo, en la cruz. En la cabeza y la papada se concentran las arrugas del Perro de San Huberto, que es muy utilizado para la caza.
Y también otras razas más conocidas forman parte de este grupo de canes con arrugas. Por ejemplo, está el Pug o Carlino, que está lleno de arrugas, siendo uno de sus rasgos más característicos junto con la cara plana y los ojos saltones.
El Dogo de Burdeos –en algunas zonas de España está considerado como un perro peligroso-, que también tiene arrugas, pero en este caso no presenta un aspecto tan entrañable porque su carácter puede crear problemas si no está muy bien adiestrado.
Y, finalmente, tenemos que hablar del Bulldog. Tanto el francés como el inglés tienen arrugas en su piel a pesar de ser perros de pequeño tamaño y cuerpo compacto.
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