La elección de un perro también puede adaptarse al entorno. El contexto del campo es diferente al ambiente urbano de la ciudad. ¿Cuáles son las ventajas de vivir con un perro de raza pequeña si resides en una ciudad?
1. Ocupa menos espacio
Con frecuencia, el estilo de vida personal o familiar en la ciudad gira en torno a pisos que no son excesivamente grandes. De este modo, la optimización del espacio es clave en la vivienda. Un perro pequeño se adapta a este tipo de inmueble.
2. Compañía, efecto terapéutico frente a la soledad
La soledad puede notarse en cualquier entorno, sin embargo, puede agravarse en ciudades grandes. La compañía de un perro pequeño ofrece un efecto terapéutico. Te permite crear un vínculo fuerte con un compañero muy especial.
3. Afrontar los desplazamientos con más facilidad
El estilo de vida en la ciudad también está condicionado por trayectos diarios y desplazamientos que, en ocasiones, pueden ser prolongados. Hay diferentes tipos de transporte urbano que ofrecen un servicio cómodo para los viajeros. Pues bien, algunos medios de transporte permiten viajar con perros pequeños. De este modo, si los desplazamientos se simplifican, se produce una consecuencia directa: puedes disfrutar durante más tiempo de la compañía de tu mascota.
4. Más tiempo en casa
Sin duda, los perros pequeños que viven en la ciudad también necesitan disfrutar del contacto con los espacios abiertos. Sin embargo, también se adaptan perfectamente a la rutina que se desarrolla en el interior de la vivienda. El espacio interior ofrece las condiciones necesarias para reforzar el movimiento, el juego, el dinamismo y el ejercicio.
5. Se adaptan al estilo de vida urbano
Los perros pequeños se integran perfectamente en el ritmo de una ciudad en donde destacan los barrios más céntricos, los espacios comerciales, los bloques de pisos y las zonas de paseo.