Si hemos decidido tener un gato, en lugar de comprarlo en una tienda, tenemos la opción de adoptarlo en una protectora o en una asociación que se dedique a acoger gatos que han nacido en la calle o que han sido abandonados por sus dueños. De este modo, además de disfrutar de la compañía y todo aquello que el animal nos brinda, le habremos dado una segunda oportunidad para vivir en un hogar y ser queridos por sus amos.

Lo primero que tendremos que decidir es si queremos adoptar un cachorro, un gato adulto o uno más anciano. Si queremos un animal que juegue y se divierta, deberemos adoptar un cachorro, sin olvidar que deberemos socializarlo y educarlo y dedicarle más atención. Si preferimos un animal más tranquilo, lo mejor es optar por un gato adulto, que además tardará menos en adaptarse a su nuevo hogar.
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Por fin te has decidido y quieres adoptar a un gato. Cuando te dirijas al centro de adopción debes recordar que tendrás que asumir una serie de gastos durante el proceso y, otros, posteriores. A continuación tienes una pequeña lista que te permitirá calcular aproximadamente el dinero que tendrás que gastarte:

– Tasas de adopción

– Collar, arnés, y una correa

– Recipientes para la comida y la bebida

– Su propia cama. Aunque siempre dependerá del rincón que más le guste de tu casa, tener una cama para el gato es muy recomendable. El animal debe tener una zona la cual considere suya para estar a gusto.

– Vacunas. En el centro de adopción deberán dártelo vacunado y desparasitado pero, recuerda que luego tú debes renovar estas vacunaciones para el gato tenga todos sus papeles en regla y no tenga ningún problema. Los gatitos (cachorros) necesitan algunas vacunas más que los adulos para protegerlos hasta que sus sistemas inmunes estén completamente desarrollados.

– Esterilización. Esto evitará el problema de la sobrepoblación de mascotas. Algunos refugios y organizaciones de rescate animal incluyen el costo de esta cirugía en sus tasas de adopción.

– Identificación. Es importante que el animal esté identificado principalmente por si se pierde.

– Artículos de aseo: cepillo/ peine, cortaúñas, etc.

– Caja de arena y pala.

– Poste de rasguño. Búscales juguetes que les permitan estar mucho tiempo entretenidos.

– Jaula para transportarles. Es imprescindible si necesitas trasladarte con tu gato a algún sitio. Cómprasela de un tamaño considerable para que el animal no se agobie.

Si quieres tener una mascota en casa y te has decidido por un gato, una gran idea, si no conoces a nadie que regale gatitos, es adoptarlo en una de las muchísimas asociaciones de recogida de animales.

Muchas de estas asociaciones están muy comprometidas con bajar el volumen de animales abandonados. La mayoría de los animales que se abandonan forman parte de una gran camada de la que el dueño no se puede ocupar. También si una gata se pierde y es fértil, acabará teniendo muchos cachorros que vivirán en la calle. Por estas razones, es muy probable que te pidan que firmes un contrato en el que te comprometes a esterilizar a tu gatito.

Al adoptar un cachorro, además de fijarse en el que más nos guste, conviene fijarse en su salud:

– Los ojos deben estar brillantes y limpios.
– En la boca, las encías deben tener un tono sonrosado, sin signos de llagas o úlceras.
– El pelo debe estar limpio de pulgas, epitelios (la caspa felina) y calvas. A veces las calvas sólo son consecuencia de una herida jugando o de rascarse muy fuerte, pero también son síntoma de otras enfermedades graves, si una calva persiste hay que ir de inmediato al veterinario.
– Orejas libres de suciedad y olores.
– Hocico limpio, sin secreciones.

Si ve que algo no está en orden, pregunta a los encargados de la asociación de animales, o dueño de la camada (según el caso). En las asociaciones suelen ser muy escrupulosos con la salud de los animales, pero algunos les llegan heridos y si usted va a llevárselo a casa, tiene que sabe qué cuidados especiales darle o si padece alguna enfermedad que podría contagiar al resto de sus mascotas.