La salud dental del gato


Aunque muchos dueños de gatos están muy pendientes de la salud de su mascota, la mayoría suele desentenderse de la salud dental del animal. El 85% de los animales adultos tienen enfermedades periodontales. Estas enfermedades son las principales en los gatos. Lo mejor que puedes hacer es llevar a tu amigo a una visita al veterinario y comenzar con un programa de atención dental. Este programa puede llegar a proteger otros órganos del animal, ya que si no recibe tratamiento, las bacterias perjudiciales de la cavidad oral pueden esparcirse a través del torrente sanguíneo e infectar el corazón, los pulmones, el hígado y los riñones.

El primer síntoma en el que muchos dueños se fijan es en el dolor que se produce al masticar los alimentos. No debes esperar a que llegue este síntoma. Puedes intentar acostumbrar al animal a cepillarle los dientes, pero si esto no funciona hazle revisiones visuales para comprobar que todo vaya bien.

Es muy importante que los dueños de los gatos se conciencien de la importancia de una rutina regular de cuidado dental. No pienses que su comida será la encargada de limpiar sus dientes, debes revisarlos tú. Durante la vida de tu gato deberás seguir tu propio programa dental:

• Si lo tuyo no es manejar demasiado bien a tu mascota, llévala al veterinario para que le realice él la revisión.
• Inicio del Plan de Atención Dental
• Revisiones anuales en el veterinario
• Revisiones mensuales en casa. Elije un lugar cómodo, con una buena iluminación. Una linterna pequeña te ayudará en el proceso si tu mascota no se asusta. Si te ayuda alguien será más rápido y fácil.

Acné en los gatos


¿Sabías que tu gato puede tener acné? Los gatos tienen unas pequeñas glándulas sebáceas asociadas con los folículos pilosos por el cuerpo. Tiene otras glándulas sebáceas más grandes en la cabeza y en la cola. Estas glándulas secretan aceites. Es cuanto estas glándulas se activan los gatos pueden padecer lo que se conoce como “acné de gato”.

A veces, muchos de estos poros y los folículos pilosos que están situados cerca de las glándulas se tapan con una especie de material sebáceo negro, y forman lo que se conoce como comedones (espinillas). En los casos más graves estos poros y folículos pueden infectarse, irritándose y aumentando de volumen. Por lo general, los gatos suelen padecer acné en la barbilla. Si te fijas bien, parecerá que el animal tiene unas pequeñas manchitas, pero en realidad son las espinillas que te comentábamos. Síntomas que debes buscar en tu mascota: poros irritados con un color rojizo y puntos negros que parecen manchitas.


Para tratar correctamente el acné debes saber que lo que necesitas es eliminar el exceso de sebo de tu amigo. Si tu gato tiene este problema o sospechas que lo puede tener, debes consultar con tu veterinario. Después de hacerle un reconocimiento puede que le prescriba algún antibiótico. Si el caso no es muy grave te aconsejará algún champú con el que lavar al animal.

El veterinario deberá explicarte el motivo del acné, ya que puede ser causado por una reacción alérgica. La alergia puede ser a la comida e incluso a los recipientes en los que come y bebe.

Razas de gatos: los gatos persas


Los gatos persas suelen tener un tamaño entre mediano y grande. Su cuerpo es robusto y sus patitas suelen ser cortas. El pecho de este tipo de gatos es ancho y sus hombros, junto con sus caderas, se igualan en anchura. Las partes centrales de su cuerpo suelen ser redondeadas, pero sus músculos suelen estar perfectamente desarrollados. La cabeza también suele ser redondeada y sus cuellos son tan cortos, que a veces, parece que la cabeza está directamente sobre el cuerpo.

Una característica que hace que reconozcas fácilmente a esta raza de gato es el conjunto de sus mejillas y la nariz que es bastante chato. Sus ojos son grandes y redondos. Sus orejas terminan en punta, ligeramente redondeada, y están levemente inclinadas hacia delante. La cola de estos gatos es bastante suave y su longitud es proporcional a la longitud del cuerpo. Los gatos persas son conocidos por sus gruesos abrigos de piel que pueden llegar a tener hasta 15 centímetros de longitud.


Suele ser una raza muy tranquila y apacible. Ellos disfrutan siendo admirados y mimados. Les encanta estar acompañados, pero no son exigentes a la hora de pedir atenciones. Puedes salir de casa y cuando vuelvas podrás ver como se ha entretenido él solo sin tener que romper nada. También tienen tal capacidad de serenidad que les permite sentarse como una estatua durante largos períodos de tiempo.

El aseo diario es necesario para mantenerle limpio y saludable. Deberás centrarte en el cuidado de sus ojos, ya que tendrás que limpiárselos a diario. Si el pelo muerto no es eliminado regularmente, la casa se llenará de pelos y el pobre animal sufrirá incómodos y dolorosos enredones de pelo. Los peines de metal o cepillos de púas largas o de cerdas naturales son muy recomendables.

Cuando los gatos no se llevan bien


Imagínate: tu gato, que ya es adulto, vive una vida muy tranquila. Es la única mascota de la casa y, por lo tanto, todas las atenciones han sido siempre para él. Un día decides darle una sorpresa: llegas a casa con un pequeño gatito de 4 meses de edad. El pequeño llega con muchísimas ganas jugar con su nuevo compañero, pero su nuevo compañero… no está por la labor de compartir casa.

Puede que al principio el gato adulto tolere a su nuevo compañero, pero cuando el cachorro vaya creciendo y coma en el plato de su compañero, le quite su cama y quiera seguir jugando con él a todas horas, puede que empiecen los problemas entre los dos gatos. El gato adulto podrá reaccionar de diferentes maneras, pero las más habituales serán: atacará a su compañero o simplemente huirá de él y se esconderá todo el día en alguna parte de la casa.


Puede que se dé la situación contraria: que el pequeño ataque al mayor, esto puede ser lo peor, ya que tu gato adulto sufrirá una agresión territorial tan grande que le puede hacer caer en una pequeña depresión. Debes intentar organizar la casa para que los dos gatos tengan sus propias zonas. Debes intentar mediar en esa desagradable relación: compra algunos juguetes para los dos, o algunas golosinas e intenta que los dos se hagan amigos.

Si consideras que la situación es demasiado grave, intenta separarles. Intenta separar hasta los platos de la comida, pero poco a poco debes intentar que los dos se relacionen. Un buen momento es el de después de la comida; los gatos están más relajados y puedes hacer que compartan juegos y caricias.

Buenas relaciones entre gatos y niños


Crecer con mascotas es una experiencia maravillosa. Los niños pueden aprender a tratar a los animales con respeto y cariño. Dicho aprendizaje ya les servirá para toda su vida. Éstos son algunos consejos que pueden ayudar a conseguir una buena relación entre los niños y los gatos.

– Enseña a los niños cómo manejar adecuadamente a un gato
Los gatos no deben ser cogidos por la piel del cuello en todo momento. Lo mejor es que el niño coja con cuidado el cuerpo del gato y lo apoye en su pecho, pero recuerda que debe hacerlo despacio y tú siempre tendrás que estar al lado para supervisar por lo menos hasta que veas que al gato le gusta.


Supervisa a los niños y a los gatos
Esto es especialmente importante cuando el animal es nuevo en la familia y todavía no conocéis cómo reacciona, o si está nervioso o no. Enseña a los niños a respetar al animal y no les permitas acosarle hasta que lo arrinconen en una esquina, ni siquiera jugando. El gato puede atacar si se siente amenazado.

– No permitas que le molesten cuando esté comiendo o durmiendo. Debes enseñar a los niños la diferencia entre broma y juego.

– Cuando veas que van a jugar enseña a los pequeños que no los juegos no deben ser bruscos. Los gatos se entretiene con cualquier juguete u objeto, por ejemplo: una simple hoja de papel le servirá para estar horas jugando con el niño.

Gatos en casa


Muchos amantes de los gatos prefieren tener a sus mascotas dentro de casa, pero existen otros muchos que prefieren que sus amigos disfruten de su libertad y pasen mucho tiempo en la calle. Cuando los seres humanos domesticaron a los gatos, asumieron la responsabilidad de mantener su buen estado de salud y su bienestar. Parte de esa responsabilidad es mantener a los gatos a salvo.

Un gato “de interior” está, relativamente, más seguro de muchas enfermedades que los que son «de exterior”. Los que están en la calle entrarán en contacto con otros animales que les pueden transmitir parásitos u otro tipo de enfermedades como la leucemia felina o la peritonitis infecciosa felina. Estas y otras enfermedades pueden causar incluso la muerte de tu mascota.

Rara vez se menciona, pero también debes saber que existe la posibilidad de que el animal desarrolle cáncer de piel debido a una exposición excesiva al sol. Los gatos de color claro pueden desarrollar más fácilmente carcinomas en las células escamosas, que le producirán bastante dolor. Otros problemas de los que los gatos de interior se pueden librar son:

No son atropellados por coches.
– Están a salvo de otros depredadores y de ser atacados por perros. Recuerda que aunque los perros no sean criados para cazar ni para atacar, su instinto les hace ir a por ellos.
– No dan problemas a los vecinos. Incluso los «bien educados» pueden portarse mal de vez en cuando y jugar con las plantas de tus queridos vecinos.

Gatos sordos (con sordera)


No suele ser trivial darse cuenta de que nuestro gato padece de sordera, en la mayoría de casos los animales suelen hacerse los sordos para no cumplir la orden que se les está dando. No existe una forma simple de saber si nuestro gato no escucha, pero podemos hacer algunas pruebas para determinar su capacidad de auditiva.

Por ejemplo, si dudamos podemos hacer lo siguiente: abre una bolsa de comida y si el gato acude al lugar es que lo ha escuchado, también puedes proceder con otras pruebas tales como cerrar alguna puerta fuertemente, si se asusta es que no está sordo.

Normalmente los gatos con sordera total suelen tener problemas de equilibrio corporal, si lo detectas acude al veterinario. Piensa que la sordera puede ser de nacimiento, por alguna infección en el oído que no fue tratada o simplemente porque se está haciendo viejo. A partir de los diez años, pueden ir perdiendo también vista y olfato.

También es importante retirar la acumulación de cera que se les puede formar en el oído, algo muy frecuente y por lo que pueden perder audio con mucha facilidad. Cuando veamos que el gato se rasca las orejas con las patas o que se mueve de un lado para otro como si tuviera molestias, esto puede ser debido a la entrada de suciedad en el canal auditivo y puede hacer que sea menos sensible a los sonidos.

Ejercicio físico para los gatos


Párate a pensar en lo que hace tu gato la mayor parte del día. Sí, la mayoría del tiempo está tumbado viendo cómo pasan las horas. Los gatos también necesitan ejercicio físico si quieres que se mantengan de forma saludable. Pero claro, aquí el dueño tiene un papel muy importante, que muchas veces por falta de tiempo es imposible realizar.

Lo que ayuda en este proceso es que los gatos son cazadores naturales. Los juegos resultan así más fáciles, ya que para él no será muy difícil imaginar con cualquier objeto que es la presa que tiene que cazar. No pienses que sacarle a la calle a pasear es una buena solución. Es muy raro que un gato se deje poner una correa y se deje pasear. A la mayoría de los gatos les hace pasar un mal rato que si se lo podemos evitar, mucho mejor.


Una buena solución para que tu amigo se mueva es buscarle un compañero de piso, es decir, buscarle otro gatito para que se lo puedan pasar muy bien juntos. Esa solución debes pensarla con detenimiento ya que debes tener muy bien atendidos a los dos animales. Ten cuidado con las edades; no es muy aconsejable meter en casa un cachorro cuando tu gato ya es bastante viejo. Se terminará acostumbrando pero el proceso puede ser duro para los dos.

Invierte en algunos juguetes. En las tiendas de animales encontrarás un montón de juguetes para tu mascota. Algunas tienen la forma de ratón y seguro que le encanta. Recuerda que debes procurar jugar con él y con su juguete. Verás que carreras se pega cuando se lo lances por la casa y tenga que correr para poder cazarlo.

¿Por qué el gato no utiliza su caja de arena?


Los gatos son unos de los animales más limpios, pero a veces deciden que no quieren hacer sus necesidades en su caja de arena. Algunos de los motivos más normales suelen ser:

– Su caja está de demasiado sucia. Esta es la razón más común. Limpia sus desperdicios a menudo y seguro que tu amigo no tiene ningún problema.

Estrés. Si habéis realizado algún cambio en la casa o simplemente os habéis mudado puede que el gato este nervioso y tenga que acostumbrarse a los cambios.

– No les pongas la comida y su agua junto a la caja. No les gusta hacer sus necesidades al lado de donde comen ¿le gusta a alguien?


Neutraliza el olor. Como te hemos dicho son muy limpios y el mal olor les desagrada.

– El felino no sabe dónde está su caja de arena. Esto es muy normal en los gatitos recién llegado a su nueva casa. Coloca la caja en un lugar limpio, accesible y con una ubicación relativamente tranquila. Muéstrale donde se encuentra.

– Simplemente está marcando territorio. Esto no suele pasar si el gato está esterilizado. En las épocas de celo un joven macho puede experimentar la necesidad de marcar todos los sitios por los que pasa. Este problema, sino se esteriliza al gato, es bastante difícil de solucionar.

– Si siempre a utilizado su caja y de repente deja de hacerlo, puedes consultar con tu veterinario. Tal vez el animal esté llamando tu atención para avisarte de algún problema que tenga.

Alimentar a tu gato


Alimentar a tu gato como si fuera una persona puede ser muy peligroso e incluso mortal. Los gatos tienen necesidades nutricionales únicas. Deben comer productos con altos contenidos en proteínas y grasas, pero recuerda que su dieta debe ser baja en hidratos de carbono. No debes alterar el equilibrio nutricional de tu gato. Aquí tienes algunos de los alimentos que son más perjudiciales para tu gato.

– Los gatos comen poco glutamato o ácido benzoico que principalmente se encuentran en las hortalizas.

– Uno de los alimentos más peligrosos es el chocolate. El chocolate contiene teobromina, que es extremadamente tóxico para estos animales. Sólo se necesita 1/2 onza de chocolate para causar la muerte de un gato. Los síntomas de la ingestión de chocolate incluyen babas, temblores musculares, taquicardias y diarrea.


– Las cebollas les causan anemia porque destruyen los glóbulos rojos. Como resultado, el oxígeno en el cuerpo del animal no circula correctamente y el cuerpo no puede funcionar bien. El ajo también puede causar problemas, pero en general es menos tóxico para el gato que las cebollas. Los síntomas de la anemia producida por la ingestión de cebollas son: debilidad, jadeo, pérdida de peso y letargo.

– La carne cruda de aves de corral puede ser poco saludable para tu amigo. Estas carnes pueden contener bacterias y parásitos que pueden causarle graves problemas de salud.

– El pescado crudo puede contener tenias que, una vez ingeridas por el gato, interfieren en sus funciones digestivas.

– La leche puede provocar trastornos digestivos. Los gatos no tienen las enzimas necesarias para descomponer la lactosa de la leche.

Otros alimentos nada saludables para tu gato son: hígado, huevos crudos y los frutos secos.