Razas de gatos: los gatos persas


Los gatos persas suelen tener un tamaño entre mediano y grande. Su cuerpo es robusto y sus patitas suelen ser cortas. El pecho de este tipo de gatos es ancho y sus hombros, junto con sus caderas, se igualan en anchura. Las partes centrales de su cuerpo suelen ser redondeadas, pero sus músculos suelen estar perfectamente desarrollados. La cabeza también suele ser redondeada y sus cuellos son tan cortos, que a veces, parece que la cabeza está directamente sobre el cuerpo.

Una característica que hace que reconozcas fácilmente a esta raza de gato es el conjunto de sus mejillas y la nariz que es bastante chato. Sus ojos son grandes y redondos. Sus orejas terminan en punta, ligeramente redondeada, y están levemente inclinadas hacia delante. La cola de estos gatos es bastante suave y su longitud es proporcional a la longitud del cuerpo. Los gatos persas son conocidos por sus gruesos abrigos de piel que pueden llegar a tener hasta 15 centímetros de longitud.


Suele ser una raza muy tranquila y apacible. Ellos disfrutan siendo admirados y mimados. Les encanta estar acompañados, pero no son exigentes a la hora de pedir atenciones. Puedes salir de casa y cuando vuelvas podrás ver como se ha entretenido él solo sin tener que romper nada. También tienen tal capacidad de serenidad que les permite sentarse como una estatua durante largos períodos de tiempo.

El aseo diario es necesario para mantenerle limpio y saludable. Deberás centrarte en el cuidado de sus ojos, ya que tendrás que limpiárselos a diario. Si el pelo muerto no es eliminado regularmente, la casa se llenará de pelos y el pobre animal sufrirá incómodos y dolorosos enredones de pelo. Los peines de metal o cepillos de púas largas o de cerdas naturales son muy recomendables.

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