Como en el resto de animales es mucho más fácil prevenir que curar una enfermedad. Por ello es necesario que las aves que tengamos en casa habiten en un ambiente sano, dispongan de una limpieza e higiene en sus respectivos alojamientos y accesorios, así como de una alimentación adecuada.
Aún así en ocasiones aún tomando todas las precauciones posibles nuestra mascota puede llegar a caer enferma o desarrollar algún tipo de problema. Si esto ocurriese, podemos darnos cuenta ya que las aves nos lo estarían indicando a través de ciertos comportamientos que nos permitirían distinguir a un pájaro sano de otro enfermo. Para facilitarte esta tarea te mostramos a continuación algunas de las características que podrían presentar por un lado un pájaro sano y por otro uno enfermo.
Un pájaro sano en primer lugar no va a tener comportamientos que nos indiquen algo anormal en su salud. Su plumaje estará lúcido y adherido a su cuerpo (exceptuando las épocas de muda). Sus movimientos serán regulares y vivaces, su apetito normal, sus patas estarán limpias y sin escamas, sus ojos permanecerán atentos y su cabeza estará siempre en movimiento. Además sus heces serán normales, y respirará con el pico cerrado y sin emitir ningún topo de ruido.
Por orto lado, un pájaro enfermo si mostrará algunas características anormales. Su plumaje estará ahuecado, opaco y con las alas caídas. Podrá tener o hambre excesiva o inapetencia, además de sed continua. Respirará de forma fatigosa y con su pico abierto. Sus ojos estarán legañosos y apenas abiertos, y sus patas enrojecidas y descamadas. Tendrá dificultades a la hora de defecar y en el vuelo. Presentará síntomas de delgadez, vientre hinchado, caída de moco y escasa vivacidad.