Atender a un perro tras un accidente


Si en algún momento de tu vida te encuentras en un accidente en el que se está involucrado un perro, has de saber que puedes evaluar el estado del animal si realizas unas sencillas comprobaciones.

El primer método para evaluar los daños que ha sufrido el perro es observar y presionar su pecho para conocer el ritmo de su respiración y medir su pulso. La más probable es que el ritmo esté más acelerado de lo normal, entre 20 y 30 respiraciones por minuto, debido al susto que se ha llevado. Si detectas que la inspiración es corta y la espiración es forzada, es muy posible que el animal tenga el diafragma dañado. Respecto a las pulsaciones, lo normal en un perro pequeño es que alcance las 150 pulsaciones por minuto, mientras que en los grandes oscilarán entre 50 y 90.

Un perro se puede accidentar de muchas maneras, pero algunos casos son más comunes que otros. Por ejemplo, es muy frecuente que sufran sofocos en lugares calurosos o cerrados. En estos casos su respiración será rápida y dificultosa. Si ocurre esto habría que aplicarle agua fría al animal para que recuperase su temperatura corporal.

Si el accidente que se ha producido es un choque, el perro presentará en esta ocasión una respiración poco profunda. Sus ojos estarán brillantes y sus pupilas dilatadas. Si la temperatura ambiente es baja habrá que cubrir al animal para que este entre en calor hasta que lleguemos al veterinario.

Es frecuente también que los perros puedan sufrir algún tipo de envenenamiento por haber ingerido algún producto que no era el adecuado. Si conocemos la fuente de este posible envenenamiento, tenemos que leer las indicaciones que aparezcan en el recipiente. Es conveniente además provocarle el vómito al animal y lógicamente llamar inmediatamente a un veterinario para desintoxicar al animal.

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