Cómo adiestrar a los periquitos


El adiestramiento de los periquitos siempre va a depender de dos factores fundamentales: las características del animal y nuestra habilidad para enseñarle. Sin embargo, hay otros muchos factores importantes que deberemos tener también en cuenta si queremos adiestrar a nuestro pájaro.

Por naturaleza al principio siempre van a pensar que estamos intentando hacerles daño, por lo que en principio nos tendrán miedo. Es conveniente que coloquemos su jaula en un lugar frecuentado de la casa para que se vayan habituando a nosotros y nos dejen estar con ellos para adiestrarles. Tenemos que intentar no asustarles con movimientos bruscos y hablarles o ponerles comida de forma suave y tranquila. Al principio no es recomendable meter la mano en su jaula ya que se asustará.

Para empezar a conseguir que se suba a nuestra mano podemos ofrecerles algunas golosinas que le gusten. Llegará un momento en el que el animal nos pierda el miedo. Podemos ayudarle un poco a confiar en nosotros poniendo nuestros dedos en su vientre a la vez que les ofrecemos la golosina. Lógicamente todo esto requiere paciencia y tiempo. Una vez que el animal este amansado y coma de nuestra mano, entonces ya podremos intentar enseñarles alguna habilidad.

La primera vez que les saquemos de sus jaulas lo más probable es que salgan volando, por lo que las ventanas deberán estar cerradas, y no deberá haber peligros para el animal (tales como calefacciones, aristas puntiagudas, etc.). Para hacer que salga el animal de su jaula bastará con ponerle una de sus golosinas en la puerta para que se acerque y lo mismo haríamos para volver a meterlo. No es recomendable perseguirlo para intentar cogerlo y meterlo a la jaula, pues esto les asustará y te volverán a coger miedo. Por último, una vez que el animal se haya acostumbrado a salir de su jaula le podremos enseñar a que acuda a nuestra llamada. Debemos enseñarle de nuevo su golosina a la vez que le llamamos en un tono suave. ¡Como podrás ver las sus golosinas juegan un papel muy importante!

Los ladridos de los perros


Los ladridos de nuestro perro pueden llegar a preocupar a muchas personas por diversos motivos. Pero lo primero que debemos hacer ante ellos es intentar entender la causa por la cual nuestras mascotas ladran para poder buscar la mejor solución posible.

Puede que el animal ladre ante nosotros y mirándonos a los ojos. En este caso esta conducta estaría indicándonos que el animal quiere exigirnos algo (atención, comida, juego, etc.), y al no funcionarle con el gemido o darnos con la patita, a pasado a emplear el ladrido. Este comportamiento podría significar para él que tiene algún tipo de control sobre ti y que puede llegar a exigirte. Ante casos así, no sirve de nada que les gritemos. Lo único que podemos conseguir es ponerles agresivos. Lo que hay que hacer en primer lugar es asegurarse de que todas sus necesidades están cubiertas, y si es así, entonces no debemos dejarle que nos exija sin motivo alguno. No podemos dejar que nuestra mascota se convierta en un animal dominante.

Si los ladridos del perro se producen cuando lo dejamos solos o por la noche, la cosa cambia. Ya que indicarían indicios de ansiedad por separación, o lo que es lo mismo miedo a la soledad. Lo único que intenta el animal con sus ladridos es llamar la atención y expresar su angustia y frustración por estar sólo. En estos casos lo más recomendable es poner un poco de distancia sana entre tú y tu perro, para que el entienda que habrá momentos en los que no podrá ser tan dependiente.

Por último, si el animal ladra a todos y a todo, sus ladridos serán consecuencia del nerviosismo o de algunos miedos. En estos casos habrá que intentar transmitir calma a nuestro perro. Si vemos que alguna acción, como por ejemplo coger la correa, le pone nervioso lo que tenemos que hacer es esperar a que el animal se calme para bajarle a la calle.

Los dueños de la casa


Que el perro es el mejor amigo del hombre es algo que está más que comprobado. Son, con diferencia, los animales más fieles, más leales y los mayores defensores de sus dueños. Pero estos últimos deben saber educarlos para que no sean los perros los que acaben mandando en la casa.

En muchas ocasiones los amos miman tanto a sus mascotas tanto o más que a sus hijos y eso, a la larga, siempre pasa factura. Con esto no queremos decir que haya que maltratar a los perros, ni mucho menos, y de hecho está claro que, en la mayoría de los hogares, será uno más de la familia. Pero, a pesar de todo, siempre debemos tener claro que un perro es – y siempre será – un animal, y si no lo educamos bien, seremos nosotros los principales perjudicados.

Muchas personas se dejan llevar por su amor hacia los animales y permiten a sus perros entrar en todas las habitaciones incluso cuando no hay nadie o no los regañan por hacer sus necesidades dentro la casa, sobre todo si es un cachorro, porque sienten lástima por él. Pero es un error. A los perros, como a los humanos, debemos educarlos desde pequeños, porque es la única manera de que comprendan quienes son los dueños de la casa y de que nos obedezcan a lo largo de toda su vida.

Y es que, de lo contrario, cuando el perro crezca se creerá que es el amo de todo lo que le rodea y morderá los muebles, la ropa o incluso los juguetes de los niños sin sentir siquiera que está haciendo malo. Y entonces será demasiado tarde para remediarlo.

El ronroneo de tu gato

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¿Te has preguntado alguna vez por qué ronronea tu gato? Estamos acostumbrados a oírles, y asumimos que el sonido que producen es síntoma de que se sienten a gusto. Lo entendemos como una manera de expresar satisfacción o placer. Pero estudios recientes llevados a cabo por investigadores británicos han revelado el verdadero sentido de algunos ronroneos de los gatos. Según estos estudios los gatos habrían desarrollado ciertas técnicas para conseguir de sus amos lo que quieren. ¿Son capaces de jugar con nuestra psicología?
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La importancia del olfato para los perros


A diferencia de los seres humanos, los perros no tienen tan desarrollado el sentido de la vista. Dependiendo de las razas y la anatomía de sus ojos, tendrán mayor o menor grado de miopía. Pero todos ellos son cortos de vista y ven mal de lejos, distinguiendo aún menos por la noche.

Hay una gran diferencia en relación a los sentidos caninos, si comparamos estos con los de los humanos. Aunque los perros perciban formas y ciertos colores (la hipótesis más fiable es que los perros únicamente ven algunos colores, como el amarillo o el azul, mientras que el resto los percibe como variaciones de gris), la jerarquía de sus sentidos es totalmente distinta. Para los humanos el sentido más importante es la vista, seguido del tacto, el oído, el olfato y por último el gusto. Sin embargo, para los perros el sentido primordial será el olfato y no así la vista, que se colocaría en tercer lugar en el nivel de jerarquía tras el oído y por delante del tacto y el gusto respectivamente.

El olfato es tan importante para los perros que los cachorros a los pocos minutos de nacer ya son capaces de encontrar, gracias a este sentido, los pezones de su madre para poder mamar. Sus ojos y oídos aún permanecen cerrados, por los que no tienen otra manera de hacerlo. Pocos días más tarde sus oídos y ojos se abrirán, lo que permitirá al cachorro familiarizarse con el entorno.

Es curioso además que los perros no sean capaces de observar una fotografía pero si pueden observar la televisión. Esto es debido a que, a diferencia de los humanos, ellos no se preocupan de las formas. Los perros le dan mas importancia a los rituales como el amor o el liderazgo. No es importante pues para ellos el color de los ojos o si se lleva algo puesto, pero sí lo es el movimiento. La televisión, la imagen, es movimiento y no así las fotografías. De esta forma un perro podrá reconocer a su dueño sin importar si este va disfrazado o cambia su tono de voz. Lo reconocerá simplemente por su forma de moverse.

Los movimientos de la cola de un perro


Los movimientos de la cola en los perros equivalen a nuestra expresión facial, es decir, es su forma de comunicarse. Puesto que en su origen los perros vivían en jaurías, necesitaban comunicarse con el resto del grupo para así cazar.

Además, los perros poseen en su ano glándulas que liberan feromonas. El movimiento de la cola hace que el olor de las feromonas se disperse y llegue a otros perros. Por ese olor el resto de animales puede saber la edad del perro, si está en celo o su estatus dentro de la jauría.

Debemos conocer el lenguaje corporal de nuestro perro e interpretarlo adecuadamente:

Movimiento suave y pausado de la cola, con las orejas levantadas, significa duda, el perro no sabe si la persona que tiene frente a él es de confianza. Esta persona, que puede ser un amigo de visita o simplemente el cartero, debe ser cuidadoso y evitar los movimientos bruscos para que así el perro no reaccione violentamente.

– Cola situada entre las patas, significa miedo y también precaución, así el perro evita la secreción de sus feromonas, es decir, que el visitante sepa más de él.

Movimiento corto y rápido de la cola mientras se enseñan los dientes y las orejas se pliegan hacia atrás, es un previo a un ataque.

– Cola tensa, pelo erizado, es una advertencia, significa que el perro no quiere atacar, pero tampoco ceder el territorio. Ante una reacción así, lo mejor es retirarse lentamente.

Cola levantada, con la punta hacia arriba, indica que es el perro dominante.

Movimientos rápidos de la cola, cierta agitación del cuerpo, significa felicidad, alegría, impaciencia por algo bueno que va a llegar: un paseo, la comida, un juego, etc.

La incubación y el crecimiento de los polluelos


Si tienes pájaros, macho y hembra, es cuestión de tiempo que se apareen y tengan polluelos. Para que el desarrollo de éstos sea óptimo hay que tener en cuenta algunos detalles:

Problemas entre macho y hembra
Durante el proceso de incubación es normal que la hembra atienda completamente a sus instintos maternales. Tanto, que no hace ni caso al macho, cuyo instinto lo lleva a querer aparearse de nuevo. Si el macho es muy insistente y llega a molestar a la madre y los polluelos, debes apartarlo y meterlo en otra jaula. La jaula puede estar cerca, para que macho y hembra se sigan viendo y oyendo.

– El nacimiento de los polluelos
Podemos ayudar a que los polluelos salgan del cascarón humedeciendo éste con agua al final de la época de incubación. Nunca debemos tocar con nuestras manos los huevos, ni romperlos, son muy frágiles y es fácil acabar haciendo daño al polluelo.

– Los primeros días de los polluelos
Observa cómo se desarrollan los polluelos, deben seguir estas pautas y, si no lo hacen, o se retrasan demasiado en su proceso de crecimiento, acude al veterinario. Cuando son recién nacidos sólo podrán estirar el cuello y abrir el pico para que les den de comer. Pasada una semana o 5 días empezarán a abrir los ojos y, un par de días después, empezarán a hacer sus heces fuera del nido. Casi dos semanas después de su nacimiento, aparecerán las primeras plumas en los polluelos y, poco después se aventurarán a salir del nido.

Independencia de los polluelos
Pasado un mes (aproximadamente), los polluelos ya están listos para ser independientes, ya salen del nido sin problema, se alimentan solos y, si la jaula no es lo suficientemente grande para todos, puedes colocarlos en otra jaula, ya no necesitan a su madre.

Perros que no ladran


Puede parecer un contrasentido, pero existen los perros que no ladran.

El ejemplo típico es una raza nacida en África, el basenji, incapaz de ladrar debido a la peculiar forma de su laringe. Son muy silenciosos, ya que en el pasado cazaban formando jaurías. Por este motivo aún hoy son muy discretos, para no llamar la atención de sus presas.

Estos perros, de tamaño medio y que poseen una cola enroscada bastante distintiva, aunque no ladran, sí emiten algunos ruidos que, quienes los han oído los describen como una mezcla entre risa y un canto del Tirol.

Otro perro sin ladrido, pero que emite sonidos curiosos es el perro Cantor de Nueva Guinea. Los ruidos que emite se describen como algo similar al cacareo de un gallo que, además, es muy potente. Estos perros utilizan este sonido tan característico para poder comunicarse con otras manadas que vivan lejos de ellos.

El perro cantor de Nueva Guinea, de pelaje rojizo y carácter muy esquivo, suele evitar al hombre y, de hecho, la única forma de oír su curiosa forma de comunicarse es alejándose de él, así inmediatamente empezará a llamar al resto de compañeros de su manada.

Además, hay ciertas razas que tienden a ladrar menos que otras. Por supuesto, esto es una estadística y cada ejemplar es único y tiene su propio carácter. Si quieres adquirir un perro tranquilo y que ladre poco, no sólo hay que tener en cuenta su raza, también su personalidad y preguntar al personal de la tienda o del refugio cómo suele comportarse el perro en cuestión. Estadísticamente, estas las razas que suelen ladrar menos:
Akita Inu (o perro Akita)
Bloodhound
Chesapeake Bay Retriever
Golden Retriever
Newfoundland
Rottweiler

El lenguaje corporal de tu perro


Todo dueño de perro ha dicho alguna vez que su perro le mira «como si le entendiera» pero, ¿entienden los dueños a sus perros?

Hay algunas claves que nos pueden ayudar a comprender mejor a nuestra mascota gracias a su lenguaje corporal:

– La movilidad de las orejas de los perros hacen que sea una de las partes de su cuerpo más expresivas. Si están echadas hacia delante, significa un estado de alerta, mientras que si están echadas hacia atrás, signfican lo contrario, relajación. Cuando las orejas están plegadas hacia atrás y en tensión significa miedo o incluso agresividad.

– Los ojos de los perros son también muy expresivos, y fáciles de interpretar, porque hacen casi lo mismo que nosotros: una mirada de lado indica inseguridad, parpadeos rápidos estrés, y una mirada fija a los ojos desafío. Si nos miran fijamente e inclinando hacia un lado la cabeza es señal de atención.

– El lamido es siempre una señal positiva, ya sea de afecto, saludo o sumisión. Un perro lame a otro no sólo para saludarle, sino también para tranquilizarle o tranquilizarse él mismo, que ve que ese perro no es un enemigo.

– La boca, sin embargo, adquiere movimientos que a veces son difíciles de interpretar. Por ejemplo, el castañeteo de dientes no indica frío, sino emoción por algo que va a suceder. La boca parcialmente abierta indica relajación. Si a ese movimiento se le añade resuello o sacar la lengua, es más complejo, puede significar que el perro tiene calor o que está estresado. La agresividad es fácil de interpretar, el perro tensa los labios hacia atrás, enseñando los dientes. Si el perro hace ese mismo movimiento, pero sin enseñar los dientes y arrugando la comisura de los labios, indica nervios y miedo.

Las caídas de los gatos


Dice el mito que los gatos tienen 7 vidas y que siempre caen de pie. Pero que caigan siempre de pie no significa que no se hagan daño. Una de las primeras preguntas que hacen los veterinarios al dueño de un gato es, precisamente, a qué altura vive y si su balcón o terraza están cerrados. Y es que los veterinarios conocen muchos casos de gatos malheridos por caer de lo alto de los pisos donde viven.

Observa a tu gato, cuando ve pasar un pájaro o una mosca desaparece su habitual cuidado y aparece su instinto cazador. Muchos accidentes se producen precisamente porque un gato que toma el aire en una ventana abierta ve pasar una paloma y salta. La consecuencia pueden ser fracturas de huesos o daños en el tórax.

La caída es más grave cuanto menor sea la altura. Esto se debe a que cuando el gato siente la aceleración, reacciona cambiando su postura y estira las patas para amortiguar el impacto. Pero si la caída es desde, por ejemplo, un primer piso, no le da tiempo material para reaccionar.

La mejor forma de evitar estos accidentes es cerrando los accesos al exterior, bien usando una malla metálica en tus balcones, bien dejando las ventanas cerradas cuando el gato está cerca.