Un Silkie es un gallo de pelea que se caracteriza por ser una de las razas más antiguas, más bellas y únicas que existen. Parecen bolitas de algodón y les encanta escarbar en los jardines. Los Silkies tienen una historia muy interesante. Su origen puedes encontrarlo en China y en Japón. El gran explorador, Marco Polo, a su regreso de China, escribió acerca de todas las maravillas que allí vio. Una de las maravillas que menciona son esta especie de pollos.
Le impresionó su pelo (parecido al de los gatos), su color tan brillante y la calidad de sus huevos. Pueden ser blancos o negros y se llegó a rumorear que provenían de un cruce accidental entre un conejo y una gallina. Suelen ser bastante cariñosos, dóciles y confiados. Tienen la piel azul oscura o negra, y sus plumas son completamente diferentes a las del resto de aves. Debido a que las plumas caen hacia abajo y son muy sedosas, llegan a parecer pelo.
Otras características que llama mucho la atención son sus lóbulos de color azul y que sus patas están formadas por 5 dedos. Su rostro tiene como protagonistas unos grandes ojos oscuros y su cabecita está coronada por una especie de hermoso y redondo moño. Los colores más habituales en los que podrás ver a estos bonitos animales son: blanco, negro, y marrón.
Normalmente, no pueden volar, así que suelen ser bastante cautos y no se aventuran demasiado lejos de su casa. Gracias a su carácter, son las mascotas ideales para los niños.