En el cuidado diario de nuestras mascotas muchas vece nos olvidamos de que las almohadillas, la parte de las patas que está en contacto con el suelo, necesita unos cuidados especiales para no resecarse y de ese modo evitar la aparición de grietas y heridas que podrían infectarse y suponer un problema para nuestro amigo.
Por ello, cuando volvamos de del paseo es aconsejable aplicarles un poco de aceite de almendras, que hidratará la piel y evitará la aparición de problemas en las almohadillas. Al hacerlo, debemos recordar que las almohadillas presentan muchas terminaciones nerviosas, lo que las vuelve muy sensibles y muchos animales se pondrán nerviosos cuando las revisamos o las hidratamos.
Si vemos que nuestro perro o gato cojean, debemos revisar estas almohadillas plantares y ver qué es lo que le está molestando. Lo haremos presionando suavemente tanto en las almohadillas como alrededor de ellas, para ver dónde le duele, aunque deberemos hacerlo con cuidado, porque si el dolor es muy intenso el animal puede reaccionar con agresividad.
Si hay una lesión, normalmente estará producida por objetos como vidrios, astillas de madera y quemaduras si el perro camina constantemente por la carretera. Si observamos que nuestro perro o gato se lame repetidamente las almohadillas y las mordisquea, deberemos llevarlo inmediatamente al veterinario, ya que pueden llegar a producirse úlceras con esta conducta.