Al hablar de adaptación de mascotas es habitual pensar que es más fácil cuando tienen una corta edad. Pero, ¿qué sucede con los animales de compañía adultos? ¿Es conveniente o no adoptarlos? Lo cierto es que sí, aunque hay que velar por una buena integración y por el bienestar de la mascota. Además, cada raza puede tener unas peculiaridades. Aquí te contamos lo que te conviene saber antes de adoptar un gato adulto, es decir, de entre uno y dos años. Eso sí, con la excepción de un gato callejero porque nunca ha sido educado.
Adaptar gatos adultos
Uno de los aspectos a tener en cuenta es el carácter del gato. Cuando ya es adulto tiene una personalidad definida. Esto tiene la ventaja de que no habrá sorpresas porque ya se conoce perfectamente si es tímido, se lleva bien con otras mascotas, si es tiene un carácter muy aventurero…
El gato adulto también tiene la particularidad de que tanto su crianza como educación está completa. El minino sabe a la perfección lo que es un arenero, conoce la convivencia con otros animales o personas y ha establecido su forma de relacionarse. Por tanto, no hay que preocuparse sobre cómo hay que abordar esta etapa de su vida.
La alimentación es más sencilla, salvo problema de salud o pautas específicas. En general, a esta edad ya llevan una dieta estable y no hay que preocuparse por el destete o por el paso a diferentes tipos de comida según va creciendo.
Los gatos adultos suelen tener a su vez un mejor comportamiento en el hogar porque son conscientes de su fortaleza y, por el tipo de relación que establecen, hasta dónde pueden llegar. De esta forma, suelen tener un carácter menos agresivo.
Esto en parte también se debe a que, por su edad, necesitan descargar menos energía que cuando son más pequeños. Es decir, son menos activos. En consecuencia, menos objetos rotos, arañazos con las uñas… que se resumen en más tranquilidad.
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