Nuestros perros también pueden sufrir paperas, aunque con algunas diferencias respecto a la infección que, con ese mismo nombre, puede afectar a las personas. En cualquier caso, se trata de una enfermedad que necesita la atención del veterinario.
Además, los perros menores de cuatro meses pueden sufrir las llamadas paperas de los cachorros. En este artículo explicamos en qué consisten estas enfermedades, así como el tratamiento que puede prescribirnos el veterinario para la recuperación.
¿Qué son las paperas?
Las paperas en la medicina humana son una infección vírica que afecta sobre todo a las glándulas salivares de las personas. En concreto suelen verse infectadas las glándulas más cercanas a los oídos, en uno o en los dos lados de la cara. Existe una vacuna que puede prevenirlas.
Las paperas en perros
Los perros poseen 4 pares de glándulas salivares cuya función es segregar la saliva que ayuda a formar e ingerir el bolo alimenticio, además de proteger la mucosa bucal. Tal y cómo nos explican los veterinarios del portal canino soyunperro.com, las que están más cerca de los orejas son las que nos interesan en este caso. Se llaman parótidas y su inflamación es la parotiditis. Pueden palparse desde el exterior. Las glándulas son:
Glándulas mayores: parótida, mandibular, sublingual y cigomática.
Glándulas menores: lingual, labial, bucal y palatina.
Las glándulas parótidas, al igual que en las paperas humanas, pueden infectarse, pero en los perros es muy raro que esto suceda. Si lo hace, es habitual que se relacione con una infección bucal anterior. Cualquier signo de inflamación en la zona o de molestias de mayor o menor intensidad debe ser atendido por el veterinario.
Solo este profesional puede diagnosticar, ya que existen otras causas de inflamación, como los tumores, aunque son raros. Un ejemplo es el adenocarcinoma de parótida. También lesiones, por ejemplo un mordisco en una pelea, pueden afectar a las glándulas.
Tratamiento para las paperas en los perros
El veterinario nos recetará algunos fármacos para resolver las paperas caninas. Se orientan a paliar la sintomatología que presente el perro. Por ejemplo, necesitará de antiinflamatorios o de antibióticos, si se sospecha de la presencia de alguna bacteria.
Si el perro ha tenido dificultades para comer por la inflamación y el dolor, es posible que se encuentre deshidratado. En estos casos de mayor gravedad, el veterinario podría decidir su ingreso para proporcionarle fluidoterapia intravenosa o aplicarla por vía subcutánea.
En cuanto a las recomendaciones para cuidar al perro en casa, es mejor proporcionarle una alimentación húmeda y de consistencia blanda, para que pueda ingerirla con mayor facilidad, sin tener que esforzarse por abrir y cerrar la boca o masticar. Por suerte, en general es una enfermedad con buen pronóstico y el perro estará recuperado en unas semanas.
Las paperas juveniles
Las paperas que pueden afectar a los cachorros se conocen con muchos otros nombres: adivas, celulitis, gurma, pioderma juvenil o, más técnicamente, dermatitis y linfadenitis granulomatosa estéril juvenil.
Se trata de una enfermedad que, en la mayoría de los casos, surge sin que se sepa la causa, más allá de que se trate de un proceso inmunitario inflamatorio. En un pequeño porcentaje de casos puede haber implicada alguna infección bacteriana, pero es excepcional.
¿Cómo sé si mi cachorro tiene adivas?
Las paperas se pueden identificar con facilidad porque el cuadro clínico consiste en la inflamación de la cara. Sobre todo la apreciaremos en los labios, la zona de las cejas, los párpados e incluso las orejas.
Es una hinchazón que provoca dolor y, además, enseguida se presentan también pústulas, costras, úlceras y llagas. Además, es una patología que va a afectar a cachorros entre las 4 y las 16 semanas de vida. Puede ayudar al diagnóstico el hecho de que es habitual que, si la camada permanece todavía junta, sean varios los cachorritos afectados por la enfermedad.
Además, si palpamos por debajo de la mandíbula es posible que notemos los ganglios linfáticos, dispuestos a ambos lados, más grandes de lo normal. En estos pequeños resulta un problema grave y es imprescindible que, si percibimos algunos de estos signos, acudamos de inmediato al veterinario.
Tratamiento de las paperas juveniles
Solo el veterinario puede llegar al diagnóstico tras examinar al cachorro y, en consecuencia, prescribirnos los fármacos adecuados. En este caso son corticoides y antibióticos administrados por vía oral. También podemos aplicar compresas o paños húmedos y calientes en la zona afectada.
Se dejan unos 15 minutos y es posible repetir la aplicación hasta tres veces al día. Lo que no se recomienda es manipular las lesiones o, de ser el caso, intentar sacar el pus que se haya podido acumular. Se corre el riesgo de agravarlas, así como de dejar cicatriz una vez curadas.