¿Le tienes pánico a las serpientes? Pues imagínate si te encontraras con una cobra real, la serpiente venenosa más grande del planeta. También conocida como cobra de Birmania y Ophiophagus hanah (su nombre científico, que significa “comedora de serpientes”), esta serpiente se diferencia de las demás por la especie de capucha que abre cuando se siente amenazada.
La cobra real se alimenta de otras serpientes y cuenta con un veneno que es capaz de matar a un hombre en tan solo unos minutos. ¿Quieres saber más acerca de este mortífero animal? ¡A continuación te damos todos los detalles!
La cobra real
Además de poseer un veneno súper potente (ataca al sistema nervioso), la cobra real puede llegar a mediar hasta 5,5 metros de largo y pesar unos 10 kilos. El color de la piel varía dependiendo del lugar de procedencia de la serpiente en cuestión, pudiendo ser amarilla, verde, marrón o negra. Y aunque cuentan con mucha flexibilidad, lo cierto es que tienen un sentido de la vista muy poco eficiente.
Su hábitat
Afortunadamente, no tenemos este tipo de serpientes por nuestros bosques. De hecho, la cobra real habita en selvas y llanuras de la India, China, Indonesia y Filipinas. Pueden ser encontradas en matorrales, árboles, pantanos, cerca de arroyos… Además, hay que tener en cuenta que son muy buenas nadadoras.
Sus ataques
Como te hemos comentado antes, se trata de un animal que se alimenta de otras serpientes. Lo curioso es que hasta la madre abandona el nido antes de que nazcan sus crías para no comérselas. Además, su hábitat natural está despareciendo y, como consecuencia, cada vez disponen de menos alimento, lo que les ha llevado a comerse otras serpientes que no entraban dentro de su dieta habitual. Para cazarlas, utilizan un veneno cargado de neurotoxinas, que en humanos puede producir síntomas tales como el dolor agudo, la visión borrosa, el vértigo, la somnolencia y la parálisis. Además, cuando sienten que se encuentran en peligro pueden alzarse hasta un tercio de su cuerpo, desplazándose hacia adelante para lanzar ataques.