¿Sabías que los gatos pueden conseguir lo que quieren de las personas gracias a su ronroneo? Según un estudio de Karen McComb, de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, los gatos domésticos han aprendido a utilizar de un modo muy sutil su ronroneo, un sonido cuya frecuencia varían hasta que logran activar nuestros mecanismos de petición de auxilio más primarios.
Al parecer, cuando el felino quiere algo, incrusta en su ronroneo habitual un sonido de muy baja frecuencia, una especie de sollozo que tiene mucha similitud con el llanto del bebé. Tras escuchar este sonido, el cerebro humano lo asocia, de modo inconsciente, con la petición de ayuda o alimentos de un bebé. Así, lo normal es que el dueño vaya a ayudar a su gato casi automáticamente.
El mecanismo
Según el estudio de McComb, publicado en “Current Biology”, el persuasivo ronroneo del gato tiene su origen en los músculos de la laringe y el diafragma felino. El aire que respira ayuda al animal a producir este seductor sonido: el felino lo produce tanto cuando lo inhala como cuando lo expulsa. La frecuencia del sonido que un gato emite a través de este mecanismo oscila entre los 25 y los 150 hercios, un amplio rango que el felino puede manipular casi a su antojo en función de sus necesidades.
Para activar las frecuencias más bajas, los felinos estimulan sus cuerdas vocales con el fin de hacerlas vibrar.
La comunicación entre gatos y humanos crece
A pesar de la existencia de este mecanismo, no se puede hablar de un lenguaje propiamente dicho entre gatos y humanos. Eso sí, la comunicación entre las dos especies parece que crece. Y es que además del ronroneo, los felinos teatralizan y exageran sus gestos para conseguir lo que necesitan de nosotros.