Dormir con las mascotas es bastante habitual, sobre todo, en el caso de los perros. Y es que muchas personas no solo permiten que estén en el dormitorio por la noche, sino que les hacen un hueco –o bien la mascota lo logra-, en su cama. Pero, este sencillo acto tan cotidiano, ¿es realmente bueno o puede perjudicar a las personas y a la mascota?
Los beneficios de dormir con la mascota
Realmente, no hay una respuesta clara y única para responder a la pregunta de si es bueno o malo dormir con las mascotas. Más bien puede hablarse de una serie de ventajas y de inconvenientes, pudiendo estos últimos evitarlos con una serie de cuidados y precauciones.
Comenzando por las ventajas, una de las principales es que las mascotas suelen relajar a las personas por lo que tenerlas cerca por la noche y en los momentos de descanso será de ayuda para reducir el estrés y la ansiedad.
Otro de los beneficios es que el animal da calor, lo que viene muy bien para los días más fríos del inverno. Además, se crean lazos más estrechos cuando se duerme con ellos y tanto el animal como el dueño tienden a sentirse más seguros para la proximidad de uno y otro.
Y, por supuesto, está la satisfacción y el disfrute de ver a la mascota durmiendo plácidamente y feliz de estar al lado de su dueño, con quien puede compartir muchas más horas.
Desventajas
Dormir con las mascotas también tiene una serie de inconvenientes. Uno de ellos es que la cama puede llenarse de pelos si se sube en ella, además de acumular más suciedad por lo que deberás extremar las condiciones higiénicas del perro para que no haya garrapatas, ácaros o pulgas, entre otros parásitos. También la ropa de cama se deberá limpiar con más frecuencia.
A todo ello se suman otros problemas como la posibilidad de que la mascota se orine en la cama, lo que puede suceder cuando son cachorros, aparte de correr el riesgo de hacerles daño por ser muy pequeños y como consecuencia de los movimientos que se pueden hacer cuando se está dormido.
La presencia de las mascotas en la cama puede tener otros inconvenientes como el hecho de que la persona se despierte más veces porque el perro también se mueve durante la noche.
Y, por supuesto, dormir con el animal está totalmente contraindicado en el caso de tener alergias. Será un auténtico calvario para este colectivo pasar la noche al lado de la mascota y con sus pelos esparcidos por todas las sábanas.
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