Los perros también tienen dolores, que pueden estar relacionados con heridas, golpes o bien por algunas enfermedades que no solo son puntuales y tienen cura. Algunas de estas patologías están relacionadas con su propio proceso de envejecimiento, aunque también es posible que aparezcan –no es lo más frecuente-, en los canes más jóvenes. Hablamos, por ejemplo, de la artrosis, que se manifiesta por el dolor en las articulaciones, entre otros síntomas. Pero, ¿cómo se puede saber si tiene dolores o molestias? Aquí damos unas pautas para detectarlo.
Señales de dolor
Para detectar el dolor en las articulaciones del perro, es importante fijarse en su comportamiento y, en concreto, en su movilidad. Y, ¿a qué hay que prestar atención? Lo primero es su forma de caminar con el fin de detectar si cojea o se observa algún otro problema de movimiento.
Otro indicativo es si el perro sigue haciendo el mismo nivel de ejercicio o si, por el contrario, ha reducido su actividad física. En caso de hacer menos, es un claro síntoma de ese dolor articular.
Muy importante es fijarse si dentro de la movilidad que realiza no solo hace menos actividad, sino qué tipo hace. Cuando tienen dolor en las articulaciones, los perros tienden a evitar de manera natural zonas en las que hay escaleras, subidas y bajadas… Es decir, todo aquello que tenga un desnivel y que suponga un obstáculo que deben abordar con más esfuerzo que simplemente andar sobre una superficie lisa.
También es muy significativo que el can pase más tiempo que antes tumbado. El perro opta por esta posición para evitar el dolor que le causa el movimiento. Y otra señal muy evidente es observar que el perro tiene problemas para levantarse cuando esta tumbado.
Y por supuesto otro indicio es la forma de comer. Si el can ha perdido el apetito, come menos o no tiene ganas de ingerir los alimentos ni si quiera las chuches, es otra señal de dolor.
Los cambios en el comportamiento son otro síntoma evidente. Cualquier cambio es relevante, máxime si se acompaña de alguna de las señales anteriormente comentadas. En cualquiera de estos casos, el veterinario es de ayuda para que el perro note alivio en los dolores. Siempre es conveniente consultarle.
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