Una de las principales preocupaciones de muchos dueños cuando tienen una mascota, es si el animal de compañía duerme lo suficiente. Y es que el descanso, como sucede con las personas, es totalmente clave para mantener la actividad diaria. Pero, ¿cuánto tiene que dormir un perro? La verdad es que las horas de sueño varían en función de la edad porque no es lo mismo un cachorro que un perro adulto. De todos modos, con independencia de la edad de la mascota, hay que tener claro que el sueño del perro se adapta al de sus amos. Es decir, que su ritmo de vida y de descanso es como el que hay en la casa en la que vive.
Horas de sueño
En general, los cachorros suelen dormir prácticamente todo el día. De hecho, el 90% de las 24 horas las pasan durmiendo, aunque lo hacen de una forma irregular hasta que aprenden también a dormir y lo hacen en su cama en el horario nocturno. De esta manera, es normal que hasta que cumplen las 12 semanas de vida, duerman entre 18 y 20 horas diarias.
Los perros adultos también tienden a dormir bastante, aunque menos que los cachorros. En general, se estima que duermen una media de 14 horas al día, que se distribuyen en pequeñas siestas a lo largo de la jornada y en torno a ocho o nueve horas por la noche.
De todos modos, en estos casos, es conveniente que el perro mantenga una vida activa, siempre que no tenga un problema de salud que se lo limite. En todo caso, deberá seguir activo en la medida de sus posibilidades y de acuerdo con las pautas del veterinario. Es decir, se trata de que su vida esté equilibrada.
Los perros ancianos son los que menos duermen. Se estima que pasan en torno al 70% del día durmiendo, aunque pueden estar más tiempo si tienen alguna enfermedad o bien ya presentan problemas en las articulaciones o en la musculatura.
¿Qué le pasa al perro si duerme mucho o poco?
Cuándo el perro no duerme lo suficiente o bien pasa más horas de las debidas durmiendo, tiene efectos sobre su organismo y sobre su conducta.
Por ejemplo, cuando no duerme lo suficiente, el perro se muestra más irritado porque no ha podido reponer bien las energías que ha gastado en el paseo o jugando.
En los casos en los que duerme más horas de las indicadas, es conveniente consultar con el veterinario porque puede haber detrás un problema de salud o bien depresión, entre otras posibles afecciones.
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