La primavera no solo afecta a las personas, que sienten la llamada astenia primaveral. Las mascotas igualmente pueden experimentar una serie de cambios y de afecciones, que se traducen en la mayor presencia de algunas enfermedades, así como de cambios en el comportamiento. Aquí te contamos las principales afecciones para que sepas reconocerlas en tu mascota.
Enfermedades
En primavera, también es habitual que las mascotas tengan alguna alergia, que se traduce en síntomas concretos como la irritación de la piel, sarpullidos, picores, estornudos y algunas inflamaciones en zonas de su cuerpo.
En estos casos, siempre se requiere un diagnóstico veterinario para saber qué es lo que origina esa alergia y poner un tratamiento específico para aliviar todos los síntomas que hemos descrito y hacer frente a la reacción alérgica.
La primavera también es una época en la que se activa el ciclo reproductivo, lo que lleva a que la mascota esté más alterada, lo que se nota especialmente en las que no están esterilizadas. En este caso, salgo que haya señales muy alarmantes, es algo normal.
Y, por supuesto, no puede faltar la astenia primaveral, lo que ocasiona posibles cambios en su carácter y comportamiento al notarse más cansada y aletargada, ni los parásitos que proliferan con más frecuencia en esta época del año.
Pulgas, garrapatas, ácaros, chinches e insectos son los más habituales y ante los que es necesario revisar el pelo de la mascota y tomar medidas a través de lociones o collares antiparásitos, entre otras posibles acciones.
Y, en este listado también figura la Leishmaniosis, cuyos casos suelen aumentar en primavera por la mayor presencia del mosquito que la porta. Así, hay que estar atentos a la posible pérdida de pelo, crecimiento anormal de las uñas, heridas que no acaban de cicatrizar, sobre todo, en las zonas como la trufa, inflamación de los ojos o atrofia muscular, entre otras.
Dieta
Las afecciones de la primavera también llegan a la alimentación. Y es que las mascotas, en esta época del año, tienen menos apetito porque su metabolismo se ralentiza. Es importante vigilar que coma y que, sobre todo, la mascota esté hidratada porque ya empieza a hacer más calor.
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