Los animales de compañía no se libran de ponerse enfermos. Además de las patologías más comunes, también se ven afectados por los parásitos. Quizá uno de los menos conocidos es la Thelazia. Y conviene conocerlo porque es uno de los más difíciles de evitar, puesto que no suele reaccionar a los tratamientos habituales como las pipetas, collares antiparasitarios o medicación de protección interna de los animales. Además, se puede transmitir a los humanos. ¿Pero en qué consiste? ¿Qué síntomas tiene? ¿Hay solución efectiva?
El parásito
La Thelazia es una zoonosis que se transmite por las moscas, que transportan larvas que se originan en los árboles frutales, sobre todo, en la fruta madura, que cae y está en proceso de putrefacción. Normalmente, proliferan en verano.
La mosca deja estas larvas, de entre 6 y 17 mm de longitud y de entre 0,3 mm y 0,8 mm, en la zona cerca del ojo al ser una zona más húmeda y con más olor, lo que les resulta atractivo a las moscas. De este modo, la larva entra en el perro o gato por el ojo.
Síntomas
La señal más clara de que el perro o el gato está afectado por este parásito es la conjuntivitis, aparte de apreciarse un lagrimeo muy constante y excesivo. Además, el perro tiene sensación de picor en la zona por lo que tenderá a rascarse de forma compulsiva, produciéndose algunas heridas o daños que, incluso, pueden afectar a la cornea.
Otro síntoma es la alopecia en la zona lagrimal al deteriorarse el pelo de esta parte del cuerpo, así como la hinchazón de los párpados por la infección y la manipulación del propio animal. Conforme avanza la infección, se observa pus.
Qué hacer
Ante estos síntomas, se recomienda llevar al perro al veterinario para ver si tiene este parásito u otra afección. En general, se tiende a retirar los parásitos de forma manual con la ayuda de un visor y tirando de ellos con unas pinzas. Es posible que igualmente se le administre un tratamiento con antibiótico y un antihelmíntico por vía oral específico para estas infecciones.
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