Muchas personas son reticentes a adoptar perros y máxime cuando son mestizos y no tienen un raza concreta. Sin embargo, son canes que pueden adoptarse sin ningún problema porque son mascotas que perfectamente se pueden adoptar al hogar y encariñarse con los dueños. Eso sí, tienen algunas particularidades que conviene conocer porque tienden a ser más vulnerables que otros perros.
Las razones para adoptar
Varios son los motivos para adoptar un perro sin raza. El primero de ellos es que se ofrece la posibilidad de que tenga un hogar y esté con una familia, algo que también sucede con aquellos que tienen raza.
Pero, además, en este caso, la adopción es especialmente importante. Al ser perros que, en general son menos queridos, se les ofrece la posibilidad de cambiar a una vida mejor en el seno de una familia.
Además, se pueden intensificar las muestras de cariño por haberle rescatado y acogido, pero siempre que, como a toda mascota, se le cuide bien y se le preste la atención y cuidados necesarios.
Por lo demás, es lo mismo que adoptar a cualquiera otra mascota, aunque cabe hablar de alguna particularidad. Y es que los perros sin raza son únicos y originales no solo físicamente, sino también por su carácter. De este modo, se vive con un can que es irrepetible.
Más vulnerabilidad
Como ya hemos comentado anteriormente, al adaptar un perro sin raza, hay que tener presente que son más vulnerables, sobre todo, cuando alcanzan la vida adulta. De hecho, este colectivo de canes es mayoritario en los centros de las protectoras de animales y también son los que más problemas presentan para encontrar un hogar porque ya no son cachorros.
Además, también tienen un mayor riesgo de abandono por lo que hay que ser consciente de que la adopción y estar realmente seguros de querer tener al can en casa.
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