Gracias a los avances médicos y de la tecnología, hoy en día existen diferentes aparatos y prótesis que nos permiten superar determinados problemas de movilidad. Lo que no es tan común es ver este tipo de instrumentos para animales, y menos para especies como las tortugas.
Sin embargo, el veterinario alemán Carsten Plischke se decidió a cambiarle la vida a Blade, una tortuga que debido a motivos genéticos no podía caminar, ya que sus patas no podían sostener su cuerpo. Lo más curioso es que ha logrado que el animal pueda andar gracias a unas piezas de LEGO de su hijo. ¿Quieres conocer más detalles sobre esta fascinante historia? ¡Pues estate muy atento a lo que te contamos a continuación!
Enfermedad metabólica en los huesos
Todo comenzó cundo Iris Peste, la propietaria de Blade, notó que el animal no podía caminar y lo llevó al veterinario. Fue entonces cuando Plischke le diagnóstico una enfermedad metabólica en los huesos, que hacía que estos pareciesen de goma.
Sin tiempo para cuidar del animal
Aunque había tratamiento para el problema de Blade, el animal iba a requerir cuidados especiales mientras éste durara y la dueña no tenía el tiempo suficiente para cuidar de él noche y día. Por suerte, al especialista se le ocurrió la idea de crear una silla de ruedas especial para que Blade pudiera desplazarse sin ayuda y, así, poder alimentarse sola.
Todo un éxito
La idea consistía en tomar varias piezas de LEGO de su hijo y añadirles unas pequeñas ruedas. El mecanismo fue pegado al caparazón de la tortuga mediante un pegamento orgánico. Como puedes ver en las imágenes y en el vídeo que te ofrecemos a continuación, el resultado fue todo un éxito, ya que la tortuga es capaz de caminar por sí misma. Y todo gracias al juguete de un crío. Increíble, ¿no crees?