Normalmente, cuando sacamos a pasear a nuestro perro, este se encontrará por el camino con otros congéneres sin el menor problema, disfrutando de su compañía y de sus juegos. Pero a veces sucede que, debido al carácter de alguno de los animales, a celos, o a cuestiones de jerarquía, lo que comenzó como un simple juego puede derivar en una pelea que, si alcanza niveles muy intensos, puede provocar que nuestra mascota salga herida. Por ello es conveniente saber qué hacer cuando nuestro perro ve involucrado en una pelea:
– No intentes nunca separarlos cogiendo a tu mascota por el collar. En el fragor de la pelea, ninguno de los animales notará la diferencia entre tu mano y sus cuerpos, con lo cual puede que seas tú quien acabe malherido.
Tampoco es conveniente gritar ni hacer aspavientos, ya que este comportamiento sólo provocará que los animales se pongan aún más nerviosos, con lo que la pelea crecerá en intensidad.
– Una buena manera de separarlos, es hacer un ruido muy fuerte, que distraiga y asuste a los animales. De ese modo la pelea se detendrá y el nivel de agresividad descenderá momento en que tanto tú como el propietario del otro animal podéis aprovechar para separar a los animales.
– También se puede lanzar una manta o cualquier otra prenda encima de los perros. La idea es crear un estímulo externo que los haga olvidar la pelea.
– Otra solución que suele funcionar bien consiste en que tanto tú como el dueño del otro animal cojáis cada uno a vuestra mascota por las patas traseras y los hagáis caminar hacia atrás. La sorpresa y la pérdida de contacto con el suelo harán que la pelea se detenga. Deberéis mantenerlos en esa posición durante un par de minutos, hasta que el nivel de ansiedad descienda.