En los hogares en los que hay perros u otras mascotas y niños, siempre hay que tener cuidado para que la relación entre ambos sea positiva y favorecedora y no se produzca transmisión de algunas enfermedades que pueden contagiarse entre ambos de forma accidental. Sin embargo, en el hogar, se producen otra serie de situaciones que generan dudas sobre las posibles afecciones. Es el caso de los piojos. De hecho, es habitual que se formule la pregunta de si se pueden contagiar los perros cuando los niños los tienen o viceversa. Aquí vamos a resolver esta y otros interrogantes.
¿Es posible un contagio?
Los piojos se contagian, sí. Pero hay que tener en cuenta que aquellos que viven en el pelo o el cuerpo cabelludo de perros o gatos no pueden sobrevivir en el de las personas y viceversa. De esta manera, el contagio de piojos entre mascotas y niños, o bien adultos, es prácticamente imposible.
¿Por qué?
Las dudas siempre surgen porque existen alrededor de 3.000 especies de piojos en todo el mundo con comportamiento parasitario, necesitando estar en otro animal o persona para poder sobrevivir.
Sin embargo, las especies que afectan a unos y otros son diferentes. En el caso de los humanos, la especie que habita su cuero cabelludo es la llamada Pediculus humanus capitis, conocida como pediculosis.
En las mascotas, la variedad de piojos es mucho más amplia. Además, hay muchas curiosidades como la especie Heterodoxus spiniger, que está presente en los perros de todo el mundo, menos en el continente europeo. Aparte, hay algunos piojos que sobreviven en cualquier mascota con independencia de su procedencia como sucede con la especie denominada Trichodectes canis.
Cada especie animal, y en función del tipo que tenga de piojo, requiere un tratamiento específico, siendo necesario seguir los consejos del veterinario para el animal de compañía.
En niños o adultos, que también se hayan podido contagiar, se debe recurrir a los productos específicos para humanos. Es importante tener claro que los aptos para eliminar los piojos en los animales no son nada beneficiosos para el cuero cabelludo de las personas, pudiendo producirse lesiones y daños importantes. Tampoco en los animales se deben emplear los que son para humanos.
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