Una gran parte de la belleza de los gatos reside en su pelo. Sin embargo, hay mascotas que tienden a perderlo. A veces, es simplemente un proceso natural como sucede con las personas pero, en otras ocasiones, se debe a una serie de causas y motivos. Aquí te contamos las principales que afectan al pelo del gato.
Reciclaje
Normalmente, en la época del año en la que nos encontramos, es habitual que el gato pierda pelo. Es su manera de poder regular la temperatura corporal y de adaptarse a las nuevas temperaturas más elevadas, aparte de hacer frente a las alteraciones de la luz que se producen por el cambio horario. En un principio, no habría que preocuparse porque está dentro de la normalidad, a no ser que la cantidad de pelo que se pierda sea desmesurada.
Calefacciones
Los gatos que están acostumbrados a vivir siempre en el interior de viviendas o de pisos suelen ser también más propensos a perder pelo. El motivo no es otro nada más que estar cerca o en ambientes en los que hay mucho calor por un mal uso de las calefacciones y estufas entre otras fuentes para calentar el hogar.
Lo mejor para evitar esta pérdida de pelo es tener una temperatura idónea siempre en el hogar. Para los días de más frío, en lugar de subir la calefacción más o poner más estufas, una buena opción es que el gato tenga su propia manta para poder estar tapado sobre todo por la noche y mientras descansa.
Parásitos
Otro de los motivos que están detrás de la caída del pelo del gato están los parásitos, normalmente, las pulgas. Y es que, cuando las tienen, es habitual que se produzca una perdida poco habitual de su pelo.
El pelaje también se cae por la presencia de bacterias o de hongos. En todos los casos, hay que llevar al gato al veterinario para que siga el tratamiento más idóneo y aplicar productos antiparasitarios.
Mala alimentación
Otro de los problemas que puede estar tras la pérdida de pelo es una mala alimentación o bien que el gato tenga carencias nutricionales.
Normalmente, la pérdida de pelo se produce estos casos por un trastorno hormonal o bien por una falta de vitaminas o de ácidos grasos. En estos casos, el veterinario puede prescribir durante una temporada una dieta que sea más rica en proteínas.
Estrés
Si el gato vive situaciones de forma continuada que le generen estrés o ansiedad comenzará a perder pelo. Es una reacción natural a esas situaciones de tensión, que pueden ser generadas por ruidos o miedo a personas desconocidas, entre otros factores. En estos casos, la pérdida de pelo se reconoce porque el gato pierde mechones con bastante frecuencia.
Alergias
Los gatos también pueden ser alérgicos. Y en esta época del año no es nada raro. Es más, es habitual que manifiesten alguna reacción cutánea como respuesta a esa alergia, que puede estar relacionada con algún agente externo o bien que el propio gato tenga alguna intolerancia a algún alimento que le genere esa reacción y la consecuente pérdida de pelo.
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