La depresión no es algo exclusivo de las personas. También los animales de compañía se ponen tristes y presentan síntomas de estar deprimidos. Siempre, en estos casos, es importante estar atento al comportamiento del perro para detectar los síntomas y, sobre todo, detectar las causas que le originan ese estado para ponerles solución y que vuelva a ser el can de siempre.
Soledad
Una de las principales causas por las que el perro tiene depresión es porque pasa mucho tiempo solo. Es decir, que echa de menos al dueño, sobre todo, si está prácticamente todo el día fuera de casa.
Además, este sentimiento de soledad también se desarrolla porque no tiene otra mascota en casa con la que socializar ni está el tiempo suficiente fuera del hogar para estar en contacto con otras mascotas, por ejemplo, durante los paseos en el parque.
No hay que olvidar que, salvo algunos perros que son muy independientes, estos animales son mascotas sociables y a las que les gusta estar en grupo. En caso contrario, percibirán que están como en una cárcel porque su vida carece de emociones y de estímulos, lo que les lleva a sentirse infelices.
Cambios
El estado de tristeza o depresivo en el perro también aparece porque se han producido cambios bruscos e importantes en su rutina diaria. Los perros son mascotas de costumbres y horarios, por lo que todo cambio debe hacerse con cuidado.
La depresión puede aparecer por cambios tan básicos como modificar la hora de salir a la calle o no poder hacer sus necesidades cuando lo precisa. Es un estado de ánimo que igualmente aparece en otras situaciones cotidianas como cambiarle la hora de la comida.
La llegada de un bebé a casa es otro de los detonantes porque hace sentir al perro que ya no tiene toda la atención como antes. Lo mismo sucede si se tiene una nueva mascota en el hogar o bien si llega alguien nuevo a vivir a casa.
Enfermedades
La salud de la mascota también incide en su estado anímico. Si está enfermo o no se encuentra bien, igualmente se mostrará triste y apagado.
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