El proceso de adaptación de una mascota a su nuevo hogar


Cuando un ser humano sufre un cambio en su vida, como comenzar en un nuevo empleo, trasladarse a otra ciudad o estrenar casa, su cuerpo y su mente suelen generar un extraño estado de ánimo que suele manifestarse en la incomodidad y, sobre todo, en la tensión que sufrimos y que no nos permite sentirnos relajados ni siquiera durante un segundo al día.

Esto mismo les ocurre a los animales cuando comienzan a vivir en otra casa y, de un día para otro, cambian de dueños sin que ni siquiera nadie les pregunte su opinión. El caso más claro es el de los perros, la mascota por excelencia. Aunque suelen caracterizarse por su fidelidad necesitan su tiempo para adaptarse a la nueva situación y encariñarse de sus amos.

Por ello, no debemos extrañarnos si adquirimos un perro con el objetivo de que nos dé compañía al tiempo que nos cuida la casa y a los dos días aún no quiere jugar o ni siquiera ladra. O todo lo contrario, al igual que los hombres, ellos también sufren momentos de tensión y en ocasiones puede manifestarse con signos de violencia hacia otros animales de la casa o algún miembro de la familia. Démosles un tiempo para relajarse antes de comenzar a enseñarle modales.

Y esto ocurre con todos los animales: gatos, pájaros e incluso peces. Estos últimos, de hecho, necesitan un proceso de aclimatación peculiar, ya que primero deben ser introducidos en el acuario dentro de una bolsa para que los otros habitantes de la pecera puedan observarlos sin atacarlos.

En definitiva, el mejor consejo es adquirir cachorros o animales de muy pocos días y, en caso de no ser posible, aceptar su extraño estado de ánimo como si de un humano se tratara al tiempo que le demostramos cariño para facilitar su proceso de adaptación.

Los bigotes de tu gato


Para los animales, los bigotes constituyen un órgano sensorial más. Esos pelos largos que podemos apreciar en sus hocicos, se encargan de captar las características del ambiente que les rodea. Así por ejemplo durante la noche o en sitios oscuros, los bigotes ofrecen información al animal tanto de la temperatura como de movimientos. De esta manera se percatarían de la presencia de otros animales a su alrededor.

Pues bien, en el caso de los gatos los bigotes son una parte esencial. Ya que a diferencia de los perros por ejemplo, a los que sí se les podría cortar los bigotes sin causarles ningún tipo de daño o problema, a los gatos nunca se les deben cortar. Si se hiciera, se estaría trastocando tanto su seguridad como sus movimientos y su orientación.

Así para estos animales los bigotes cumplen una serie de funciones vitales. Los bigotes de los gatos funcionan como sensores que van informando al animal de la situación de su entorno. Servirían por ejemplo como detectores del viento, lo que a su vez les ayuda para percibir con mayor rapidez los diferentes olores.

Pero además de esto, les avisan de la distancia que les falta en una caída o de si van a poder entrar por un determinado sitio. Ya que si sus bigotes chocaran contra las paredes el animal sabría que no va a poder pasar por ahí, por lo que modificarían su rumbo. Este es el motivo por lo que sus bigotes suelen se tan largos como el ancho de su cuerpo. Y por último les servirán como una importante protección para sus ojos, ya que avisarían de la presencia de objetos peligrosos ante ellos que podían herirles.

Perritos de la pradera en casa


Aunque en nuestro país los perritos de la pradera no sean muy habituales en los hogares, estos pequeños y adorables animales se han convertido en muchos otros lugares, como América o Alemania, en animales domésticos. Son unas mascotas muy sociables y cariñosas, y tratan a las personas como si pertenecieran a su especie. Razón por la cual, en muchos países están recomendados como mascotas.

Su mantenimiento dentro de casa podría resultar algo problemático, puesto que es un animal que requiere bastante atención. Durante el día deberían estar sueltos por la casa, pero siempre bajo vigilancia si no quieres que te muerdan cosas que no deberían. ¡Los cables son su perdición! Pueden llegar a morirse si se sienten solos o desatendidos, o sufrir trastornos de conducta. Por eso es preferible dejarles merodear por la casa, antes que tenerles todo el día metidos en una jaula. Además, si les dejas estar contigo te ofrecerán una grata compañía.

Si te animas por uno de ellos has de saber que es muy probable que al principio tu perrito de la pradera parezca no sentirse a gusto en su nuevo hogar. Se sentirá extrañado y querrá permanecer solitario. Pero no hay por qué preocuparse, ya que pasados unos días, si se le demuestra cariño se irá acostumbrando a tu presencia. Caricias y juegos resultan muy útiles en esos casos. Con ellos conseguirás que poco a poco se acerquen y reconozcan tu olor.

Y por último sobre su alimentación decir que son animales muy glotones. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, porque habrá que tener un control de lo que comen para que no tengan problemas de salud o sobrepeso. Así hay que procurar evitar todo tipo de dulces y centrar su dieta en los vegetales, pues son animales herbívoros.

Ingredientes de una dieta canina sana


Independientemente de cómo alimentemos a un perro, hay que cuidar que por lo menos su dieta cuente con una serie de ingredientes esenciales, porque una dieta equilibrada con nutrientes de alta calidad es vital para su buena salud. Los componentes esenciales de una dieta canina correcta son las proteínas y las grasas, sin olvidar un aporte de fibra. En las etiquetas de todos los alimentos para mascotas podemos observar la cantidad de estas sustancias que aportan a nuestro animal.

Las proteínas son moléculas complejas formadas por varios aminoácidos, que son los bloques de construcción de todos los tejidos del cuerpo y de todos los enzimas que facilitan las relaciones químicas del cuerpo. La mayor fuente natural de proteínas es la carne, pero, al igual que los humanos, los perros pueden obtener los aminoácidos esenciales que necesitan a partir de proteínas vegetales.

Las grasas contienen ácidos grasos esenciales. Son energía densa, con el doble de calorías por gramo que las proteínas o los hidratos de carbono; su aroma y su sabor además las hace muy apetecibles para los perros, y son imprescindibles para transportar las vitaminas. Los perros suelen preferir la grasa animal, pero la vegetal puede resultar igual de nutritiva. Por ejemplo, el aceite de linaza tiene beneficios nutricionales prácticamente idénticos a los del aceite de pescado.

La fibra es una parte natural de la dieta del perro, y necesaria para una buena digestión y unas deposiciones sólidas; la fibra absorbe el agua y transporta las vitaminas solubles por el cuerpo. La cantidad de fibra necesaria varía según la edad y el estilo de vida del perro.

Botiquín para las mascotas


Los accidentes ocurren. Un botiquín de primeros auxilios específicamente destinado a tu mascota es muy útil, ya que en él podrás tener medicamentos e instrumentos que no podrás encontrar en el de los seres humanos. Tú mismo, serás el encargado de montar el botiquín en cuestión reuniendo y guardando todo lo que necesites en un recipiente de plástico duro con una tapa de cierre hermético. Aquí tienes algunas sugerencias para organizar el kit de primeros auxilios de tu mascota:

– Documentación
Nombre, número de teléfono y dirección del veterinario. Si el vuestro no tiene servicio de urgencias, ten a mano el de uno que sí tenga. Debes guardar con cuidado una lista de medicamentos y las dosis correspondientes que le hayan recetado con anterioridad.

– Medicamentos
Pregunta a tu veterinario para que te ayude a elaborar mejor esta parte del kit. Lo más recomendado suele ser: desinfectante y ungüento antibiótico, solución salina estéril, solución para la limpieza de los oídos, aspirina, peróxido de hidrógeno, solución para el lavado de ojos, anti-diarreicos, algún medicamento para la alergia y para las picaduras.

– Herramientas
Para ayudar a tu mascota a recibir mejor los primeros auxilios deberás tener algunos objetos que te faciliten la tarea: bozal (asegúrate de que las medidas son las correctas), jeringa oral, pinzas, tijeras especiales para las uñas, alicates de punta de aguja para la extracción de cualquier objeto, tijeras normales, guantes desechables, toallas limpias y húmedas, una manta grande por si tuvieras que trasladarle a cualquier sitio de urgencia, bolsas especiales de frío o calor.

Cómo prevenir infecciones en los perros


Parece un tópico, pero es cierto: en los animales, como en las personas, más vale prevenir que curar. Es más sencillo, barato, y nos ahorraremos disgustos y sufrimiento a nuestra mascota. Existen formas fáciles, demostradas y eficaces de proteger, por ejemplo, a un perro de las enfermedades infecciosas. La principal son las vacunas.

La vacunación es la razón más importante por la que ya no mueren en enormes cantidades perros por enfermedades infecciosas como el parvovirus o el moquillo. Aun así, algunos dueños tienen miedo de administrar vacunas a sus cachorros porque creen que eso puede producirles otros problemas.

Es evidente que cualquier procedimiento veterinario conlleva un riesgo, pero el riesgo de una vacuna eficaz y efectiva comparado con el riesgo de una enfermedad que puede llegar a ser mortal es realmente mínimo.

La vacunación o inmunización estimula la respuesta inmune natural y protectora contra el agente de la vacuna: las vacunas contienen patógenos muertos o vivos, pero modificados genéticamente. Algunas contienen sólo partes de los patógenos, por ejemplo, la concha de proteínas de los virus.

Las vacunas que hay que administrarle a un perro depende también de su lugar habitual de residencia o de los que vaya a visitar. Las vacunas contra enfermedades como la rabia, el moquillo, la hepatitis, y el parvovirus, duran al menos tres años, aunque algunos veterinarios pueden recomendar inyecciones anuales dependiendo del entorno.

El aseo general del gato


Con excepción de los gatos esfinge y Rex, la mayoría de los gatos están dotados de una capa de pelo, gruesa o fina, que estarán mudando prácticamente durante todo el año. En primavera y otoño nos encontraremos con que se les cae una gran cantidad de pelo, pero es normal. Con un cuidado adecuado, podremos evitar que nuestra mascota suelte gran cantidad de pelos encima de los sofás o alfombras.

Normalmente, para mantener en buenas condiciones a un gato de pelo corto, es más que suficiente con cepillarlo una vez a la semana, y a la mayoría de gatos de pelo semi-largo tampoco es necesario acicalarlos mucho más; sin embargo, la toilette diaria de un gato persa de pelo largo, por ejemplo, ya es otra historia.

La textura de la capa de un gato persa de pelo largo provoca que empiece a enredarse casi irremediablemente en muy pocos días si no nos preocupamos de cuidárselo bien, si se descuida durante algún tiempo, el gato puede llegar a sufrir irritación en la piel, erupciones y hasta calvas y sarpullidos. Los peines y cepillos más adecuados para usar dependerán de la textura y longitud del pelo de la raza en concreto; lo ideal es preguntar al criador que nos enseñe el equipo que usa él, porque la diferencia de tiempo, comodidad y resultado en el cuidado del pelo de un gato puede ser abismal si se usa el equipo adecuado o no.

La mayoría de los gatos que se exhiben en exposiciones están acostumbrados a ser bañados con champú de vez en cuando; y aunque dicha actividad no figure en nuestros planes para la mascota, si convendrá acostumbrarlo a tomar un baño de vez en cuando. Si no, cuando alguna vez necesitemos imperiosamente hacerlo por algún percance, la experiencia puede ser desastrosa para el gato y el dueño, por eso es mejor acostumbrarlo desde pequeño aunque no sea necesario.

Hay que usar siempre un champú para gatos, uno para personas o cualquier otro producto de limpieza podría dañar sin glándulas sebáceas; y en el caso de gatos excesivamente reticentes al baño, podemos utilizar un polvo especial sin perfume que absorbe la suciedad y el exceso de grasa.

Chequeos rutinarios: cómo observar la salud del perro a diario


Prácticamente todos abrazamos y acariciamos a nuestros perros cada día; les encanta y a nosotros también. Es muy sencillo aprovechar y convertir este acto natural en una inspección física corta, fácil y diaria; es una manera eficaz de detectar pequeños problemas que cogidos a tiempo pueden ser muy fáciles de resolver. Empezaremos por la cabeza y seguiremos por el cuerpo.

Vigilar que mantenga los ojos brillantes. Algunas razas tienen legañas por la mañana, pequeñas partículas duras de lágrimas secas que se quedan adheridas al pelo que rodea los ojos del animal. Normalmente se pueden retirar suavemente con el dedo, pero si están muy pegadas, se puede utilizar un algodón empapado en agua tibia.

Observar si las orejas están limpias. Los perros a los que les crece pelo en los canales auditivos, como los caniches o los terrier, son propensos a la acumulación de cera, lo que puede llevar a infecciones. Hay que levantar cada oreja y comprobar que no haya ningún olor raro, cera o inflamación.

Comprobar que los dientes y encías estén sanos. Es conveniente levantar el labio superior cada día para comprobar que las encías tienen un aspecto sano y rosado. La placa dental se puede acumular rápidamente, sobre todo en las razas pequeñas.

Confirmar que la piel y el pelo se mantienen frescos. Acariciando con las manos al perro por todo el cuerpo podremos notar si hay algún bulto extraño, o si es reticente a que le toquemos alguna parte porque pueda tener alguna molestia o dolor. Cualquier sensación pegajosa o de pelo apelmazado puede indicar alguna infección cutánea, y la piel, al apartar el pelo, no debe tener demasiada descamación.

Es bueno acostumbrarse a hacer este pequeño “chequeo” diariamente a nuestro perro, y acostumbrarlo a él; así podremos notar rápidamente cualquier variación preocupante y consultar con rapidez al veterinario.

Los hámsters, ¿realmente son una buena mascota para los niños?


Tradicionalmente los hámsters han sido considerados una mascota excelente para los niños, ¿siempre lo son? Depende, enumeraremos algunas consideraciones importantes.

A favor de los hámsters como mascotas para los niños, podemos decir que son sencillos de cuidar, apenas hay que ocuparse de mantener limpia su jaula y porveerlos regularmente de agua y comida. Como primera responsabilidad para que un aprendar a ocuparse de un animal, es sencillo, y si bien requirarán la conveniente supervisión de un adulto, puede ser una mascota de la que los niños cuiden pos sí mismos, con la evidente sastisfacción que ello supone. Son animales sanos, que no pueden transmitir enfermedades a los niños por mucho que estos los manipulen y que comparten bien el espacio con niños y adultos.

En contra de la elección de un hámster está su corto período de vida. Dependiendo de la raza, un hámster llega a vivir entre 2 y 3 años, y a los niños, especialmente a los menos de 8 o 9 años, les resulta todavía difícil enfrentarse a la muerte, lo que hace pensar que para los niños muy pequeños sería preferible una mascota más longeva.

Otra peculiaridad de los hámsters que podría contraindicarlos para los niños es que son unos animales que, aunque disfrutan de la presencia humana, con frecuencia se muestran muy independientes -especialmente las razas enanas de rusos o roborowski– necesitan «su espacio» y no quieren ser molestados: Pasan gran parte del día durmiento y no siempre van a tener ganas de jugar cuando el niño quiera. Un hámster molesto puede morder, y si bien la mordedura no va a ser grave, si puede generar una incómoda desconfianza en el niño.

Antes de elegir un hámster para un niño, tendremos que tener claro que el pequeño vaya a entender el ciclo de vida del mismo, así como a respetar que su pequeño compañero es un ser vivo y no un juguete, y que su caracter puede no tenerlo de humor para jugara a todas horas. Si finalmente nos decidimos por un hámster, será mejor, por su carácter y tamaño, optar en principio por uno dorado.

Preguntas antes de tener mascota


Las mascotas son siempre una agradable compañía. Pero algunas personas las tienen como juguetes y no les importa deshacerse de los animales cuando ya se han cansado de ellos. Si tienes el deseo firme de adoptar o comprar una mascota, debes saber las responsabilidades conlleva su cuidado. Es por esta razón antes de llevarla a tu hogar debes preguntarte lo siguiente:

¿Cuando viajes la puedes dejar con alguien que te la cuide tu ausencia?

¿Puedes compartir con ella el tiempo que necesita cada día?

¿Habrá siempre alguien en casa para que no se quede sola?

¿Qué reacción tendrías si rompe tus zapatos, ropa o demás mobiliario de la casa?

¿Estás preparada para aumentar la limpieza si muda de pelo?

¿Cuentas con el dinero suficiente y la disposición de cubrir sus necesidades básicas, como vacunas anuales, juguetes, productos de higiene y alimento?

¿Cuentas con el tiempo suficiente para salir a pasear o jugar en el jardín con tu perro por lo menos una vez al día?

¿La mascota que quieres comprar es adecuada para los niños o vecinos?

¿El resto de tu familia sabrá tratar de forma adecuada a una mascota?

¿Existe en tu casa el espacio suficiente para cuando crezca de tamaño?

¿Tienes la experiencia y el conocimiento necesario para entrenarla?

¿Se adaptará a tus demás mascotas?

¿Alguno de los integrantes de tu familia padece algún tipo de alergia a los animales?

¿Puedes brindarle los cuidados y el ambiente ideal hasta que muera de vejez?

Responder a estas preguntas te ayudará a saber qué tan preparada estás para tener la responsabilidad de cuidar una mascota. Si alguna de ellas es negativa. Piensa dos veces antes de hacerte cargo de un animal. Piensa que ellos nunca te abandonarían. Aunque no hablen tienen corazón y sentimientos. No los hagas sufrir y trátalos lo mejor posible.