En la mayoría de los países el erizo todavía no es una mascota muy popular. Uno de los problemas más graves que esto conlleva es que hay muy pocos veterinarios especializados en sus cuidados. Antes de adquirir un erizo, busca un veterinario en tu ciudad.
Las tiendas de animales, si venden erizos, también venden jaulas específicas para ellos. Si no las hay, puedes comprar un acuario rectangular, grande, con rejilla como tapadera, o bien jaulas de barrotes pero de suelo liso. Este habitáculo lo debemos colocar en un lugar cálido de la casa, lo ideal es que esté a una temperatura de unos 25 grados. Dentro colocaremos el comedero, el bebedero y también algunos juguetes para que el erizo haga el ejercicio que necesita. Deberemos limpiar y desinfectar la jaula una vez a la semana.
Además de la jaula, el erizo necesita un lugar donde hacer sus necesidades, otro para dormir y un tercero para refugiarse y esconderse. El refugio podemos construirlo nosotros mismos con una caja de cartón o una maceta vieja. También el espacio reservado como cama puede ser un lecho de heno o virutas.
Los erizos comen una vez al día. Todavía no hay comida específica para ellos en las tiendas, pero se les puede dar pienso para gatos complementado con trozos de pollo, pavo y frutas.
Su adaptación al nuevo hogar puede ser complicada, es un animal de naturaleza solitaria y un poco arisca, siendo los machos un poco más huraños que las hembras. Además no olvidemos que no es una mascota como tal, no ha sido domesticado.
Ten paciencia si las primeras semanas se hace una bola en cuanto te oye, sigue acercándote a él y dejando que te huela, poco a poco dejará que le toques, cogerá confianza y trepará por tu brazo.