Tu perro no deja de rascarse una parte del cuerpo, tu gato tiene los ojos llorosos… Lo más seguro es que tu mascota sea alérgica a algo y no te has dado cuenta. Las alergias en los animales son como en las personas, no tienen una solución demasiado rápida por lo que hay que ser paciente.
Los principales alérgenos que afectan a los animales domésticos son: parásitos, alérgenos en suspensión en el aire, los alimentos y alérgenos ambientales. Los parásitos que causan alergias son pulgas, piojos y sarna. En alérgenos ensuspensión en el aire podemos incluir el polen, esporas de moho y los ácaros del polvo. Los alérgenos alimentarios más corrientes son la carne, los productos lácteos y el trigo, para algunos gatos podemos incluir el pescado. En los alérgenos ambientales podemos incluir las fibras sintéticas.
Es fundamental que informes al veterinario sobre todos los aspectos relacionados con la vida de tu mascota: hábitos, la dieta, sus rutinas diarias, etc. Muchas veces la falta de información sobre estas cuestiones conduce a diagnósticos erróneos sobre las causas de estas alergias. Los altos niveles de ácidos grasos en la dieta pueden reducir la inflamación de la piel y pueden mejorar el escudo protector de tu mascota.
El tratamiento de las alergias en las mascotas requiere un gran compromiso por parte de todos. Muchos tratamientos se basan en cambios alimenticios y un pequeño desliz puede estropear semanas de seguimiento. Habla con tu veterinario sobre la medicación ya que debes tener presente que un tratamiento a largo plazo de corticosteroides puede tener efectos nocivos, así que es mejor buscar otras soluciones.