La letal mamba negra


La mamba negra se puede considerar, sin duda, la serpiente más peligrosa del planeta, aun sin ser la que tienen el veneno más tóxico. Su velocidad en el ataque y su agresividad cuando se siente amenazada han hecho de esta serpiente un animal casi de leyenda que la convierten, sin duda, en la serpiente más letal para el ser humano del planeta.

La Mamba negra pertenece a la especie Elapidae. Su cuerpo puede medir más de cuatro metros y puede llegar a desplazarse casi a 20 kilómetros por hora. Vive exclusivamente en África, y la podemos encontrar tanto en las sabanas como en las colinas rocosas del sur y el este de África.

Contra lo que puede parecer, esta serpiente no es negra, sino que su piel tiene un tono amarillento, verde oliva o gris. El nombre deriva del color del interior de su boca, que es negro azulado y que es fácilmente observable cuando va a atacar, ya que la abre cuando se siente amenazada para espantar a su atacante.

Si invadimos su territorio, su agresividad la impulsará a atacarnos. Para ello, lo primero que hará será alzar la cabeza todo lo que pueda. Esto puede resultar bastante impresionante porque, dependiendo de su tamaño, puede llegar a mirarnos directamente a los ojos. Si no nos alejamos, la serpiente hinchará su cuello como una cobra, abriendo la boca y siseando. Si aún así no logra ahuyentarnos, nos atacará mordiéndonos repetidamente, inyectándonos su veneno.

Con cada mordedura, puede inocularnos de 100 a 120 mg de veneno, una neurotoxina muy potente, ya que con sólo el 10% de esta cantidad, puede matar a un ser humano adulto. Si no se administra el antídoto, la muerte se produce en unos veinte minutos, porque el veneno ataca el corazón y los pulmones.

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