Si tienes un gato como mascota, ya te habrás dado cuenta de que no es nada fácil que este animal se deje abrir la boca tranquilamente. Este puede ser uno de los motivos por los que esta zona no suele ser siempre la mejor cuidada. O quizás pienses que si come bien, sus dientes estarán saludables. Sin embargo, debes tener en cuenta que los dientes de tu gato necesitan atención.
Aunque las piezas dentarias no son de vital importancia en la presión y masticación de los alimentos que consume, si que intervienen en funciones de intimidación y defensa, relación y juego, entre otras. Al igual que los humanos, los gatos también pueden padecer patologías dentales, por lo que es muy importante cuidar de la salud bucal de tu mascota.
Síntomas y patologías más frecuentes
La halitosis (mal aliento) acompañada de sarro e infección en las encías, la inapetencia (falta de apetito) o la sialorrea (exceso de producción de saliva), pueden ser algunos de los síntomas que te indiquen que tu mascota padece alguna enfermedad dental. Entre los principales problemas que puede tener tu gato en la boca se encuentra el sarro, la enfermedad periodontal o las fracturas dentales. Lo mejor para evitar los problemas mencionados anteriormente es la prevención.
Alimentación
Así, en primer lugar, deberás tener cuidado de la alimentación, el pilar fundamental de una dentadura sana. Lo más recomendable es el pienso, ya que su consistencia permite que durante la masticación se realice una limpieza mecánica de las piezas dentales. Sin embargo, hay otros alimentos secos específicamente formulados para la prevención de estas patologías. Además, existen alimentos con fosfatos de sodio que tienen la finalidad de atrapar el calcio de la saliva y evitar su depósito en el diente y, de esta manera, prevenir y retrasar la formación de sarro.
Limpieza, revisiones y juguetes
También sería conveniente acostumbrar al animal a la limpieza de sus dientes desde su nacimiento, aunque también puedes acudir a un profesional regularmente. Por último, debes saber que los juguetes también permiten que la boca y las estructuras periodontales del gato se refuercen.