Existen dudas sobre el origen del Caniche, franceses y alemanes aseguran que fue en sus países donde nació este perro. Lo que sí sabemos con certeza es que en principio se usaba al caniche para la caza de patos y que muy pronto, por su inteligencia y aspecto dulce, pasó a convertirse en mascota.
Hay tres grandes variedades de caniche: el grande, que puede medir hasta 55 cm; el mediano, de entre 35 y 45 cm; y el enano, de menos de 35 cm. Existe una cuarta variedad muy poco común, el caniche miniatura, que ni siquiera llega a los 28 centímetros.
De cabeza alta y cuello alargado, el caniche posee un porte bastante aristocrático. Sus orejas, largas y planas, son caídas. Tiene un cuerpo proporcionado y una cola larga que suele cortarse. El caniche puede tener cinco colores: los más comunes, el blanco y el negro y además marrón, gris y crema.
El caniche es un perro hogareño y muy inteligente. Su gran memoria lo hace perfecto para el adiestramiento. De hecho es una de las razas típicas que se suelen ver en espectáculos circenses. Su facilidad para el aprendizaje y su caracter cariñoso lo hacen ideal para quien nunca ha tenido perros anteriormente.
De carácter juguetón e inquieto, pero también sensible, los caniches necesitan un entorno tranquilo, maltratarlos los convierte en perros agresivos y nerviosos. Pueden vivir perfectamente en una casa, preferiblemente amplia si tienes un caniche grande. Son perros muy activos y necesitan salir a menudo a correr y pasear.
El pelo rizado del caniche es parte fundamental de su atractivo, por eso la limpieza y el cepillado son básicos. Hay que peinarle a diario con un cepillo de púas metálicas. Además se recomienda revisar sus orejas cada cierto tiempo y limpiarlas con agua.