Consejos para viajar en coche con mascotas


Tener una mascota como un perro o un gato no debe ser un impedimento a la hora de viajar. Sin embargo, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones que benefician tanto al dueño como al animal. Si no las vas a poder cumplir, mejor que confíes en alguien para que cuide de tu amigo, pues de lo contrario ambos estáis expuestos a vivir un calvario hasta llegar al punto de destino. ¡Toma nota!:

Consejos generales

El animal debe viajar lo más cómodo posible. Si está enfermo o herido, o si es muy mayor, lo mejor es que se quede en casa. Tampoco es recomendable viajar con animales muy temperamentales, ya que si no están bien sujetos pueden provocar un accidente.

La mascota debe estar identificada y al día de todas sus obligaciones, tanto administrativas como sanitarias. Si no es así, en caso de pérdida será mucho más complicado encontrarlo. Nunca está de más colocarle un colgante con el número de teléfono al que deben llamar en caso de pérdida.

Es importante informarse de los requisitos en otros países. Con el pasaporte de animales actualizado suele ser suficiente, pero lo mejor es asegurarse antes de viajar.

Cuando vayas a reservar alojamiento, asegúrate de que aceptan mascotas. Una vez allí, intenta que pase el mínimo tiempo posible en la habitación, ya que se puede poner muy nervioso al ser un lugar desconocido.

Consejos para viajar en coche

Si ya has probado viajar con tu mascota y no lo ha pasado nada bien, lo mejor es que la dejes con un familiar o amigo para no hacerle pasar ese mal trago. Si por el contrario es la primera vez que viaja, lo mejor que puedes hacer empezar por trayectos cortos hacia destinos divertidos, como bien puede ser un parque en el caso de los perros.

Si la mascota se marea hay que ponerse en contacto con el veterinario. Un medicamento puede ser la solución. Sea como sea, es recomendable hacer paradas frecuentes para que la mascota pueda estirar las piernas y respirar aire puro. Cada dos o tres horas está bien.

La mascota debe viajar en un transportín o debidamente sujeta. De esta forma es posible reducir las posibilidades de lesión del perro y los pasajeros en caso de accidente. Jamás deben viajar en el regazo del conductor o muy cerca de los pedales.

Que saquen la cabeza por la ventanilla no es nada bueno. A pesar de que les suele encantar, es muy peligroso y les puede entrar tanto polvo como suciedad en los ojos, en las orejas y en la nariz. A la larga eso puede ser motivo de infección.

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