La salida del Reino Unido de la Unión Europea es ya una realidad. Y esto introduce cambios no solo en las relaciones económicas, sino también en las condiciones de entrada al país por motivos laborales, pero igualmente para los turistas. Son unas nuevas pautas de las que las mascotas no se libran. Y, entonces, ¿cómo hay que entrar ahora al país? ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de organizar el viaje?
Las nuevas normas
Desde el 1 de enero de 2021, los animales de compañía tienen que tener un certificado zoosanitario para entrar en un país de la Unión Europea. En este documento debe figurar su identidad, estado de salud y vacunas antirrábicas.
Pero, ¿qué sucede ahora con el Reino Unido? Las nuevas normas a raíz del Brexit también han entrado en vigor el día 1 de enero de este año. De este modo, es necesario tener el certificado zoosanitario cada vez que se viaje a un país o territorio fuera de la Unión Europea.
Así, para entrar en el Reino Unido se debe estar en posesión del llamado ‘animal health certificate’, que acredite la identidad de la mascota, su estado de salud y las vacunas antirrábicas.
Con el Brexit, el pasaporte europeo para mascotas ya no es válido para los animales de compañía residentes en el Reino Unido. Si se va a entrar en la Unión Europea o Irlanda del Norte, se debe tener un certificado emitido por un veterinario oficial, que tendrá una validez de cuatro meses a partir de la fecha del documento y el control de identidad o hasta que caduque la vacuna contra la rabia.
No obstante, cabe aclarar que los europeos que viajen al Reino Unido con sus mascotas, sí pueden utilizar el pasaporte europeo porque sigue siendo válido por lo menos mientras dure el período de transición dado.
Igualmente, se mantienen los requisitos para entrar en el país como haberle puesto al perro la vacuna de la rabia con una antelación de, al menos, 21 días antes de viajar, la identificación con su chip y tener 12 semanas de edad como mínimo.
Sin certificado
En el caso de no tener el certificado o pasaporte pertinente, es posible que la mascota sea puesta en cuarentena por un período de hasta cuatro meses.
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