Como seres vivos que son, los peces nacen, crecen, se reproducen, enfermen y mueren. De hecho, pueden sufrir un gran número de patologías diferentes: tumores, problemas cardíacos, fallos renales, enfermedades metabólicas, infecciosas, parasitarias…
Las enfermedades más frecuentes de los peces de acuario están causadas por microorganismos que existen en animales sanos. En otras palabras, cuando ocurre alguna situación que estresa a los animales (cambios de hábitat, nutrición inadecuada, mala calidad del agua, convivencia con otras especies…), se reducen las defensas del pez y aumentan las posibilidades de enfermar. Muchas de las enfermedades producen síntomas externos, así que si tienes peces en casa, deberás observar atentamente a cada individuo. Te hablamos de estos síntomas a continuación.
Aletas y movimiento
Las aletas nos informan del estado de salud de los peces. Así, si estos hacen escasos movimientos con sus aletas y solo se mueven para tomar aire de vez en cuando, querrá decir que tiene un problema de salud. También informan de una dolencia las aletas maltratadas (rotas de algún lado o con terminaciones puntiagudas como una escoba) o que se abren poco al nadar. Además, deberás preocuparte si tu pez choca contra las paredes y los objetos de la pecera.
Distención y cuerpo desorbitado
Otro síntoma común es la distención del cuerpo, es decir, cuando se ve inflamado del torso o de su cuerpo en general. Al mismo tiempo, tu pez estará enfermo si su cuerpo está inclinado hacia algún lado o si su parte inferior está hacia abajo y su cabeza hacia arriba.
Otros síntomas
Otros síntomas son la falta de apetito, las manchas blancas en las aletas, cuerpo o mejillas; las branquias púrpuras; las pelusas en el cuerpo, comúnmente blancas y como de algodón, y los ojos ampliados, es decir, con vista perdida o más grandes en lo general.