Con la llegada del invierno, es habitual que las mascotas -como por ejemplo los perros-, sienten frío. Y es que, en muchas ocasiones, el pelo no es suficiente para protegerles de las bajas temperaturas invernales. Sin embargo, como ya hemos comentado en más de una ocasión, no siempre es preciso abrigarles. Y una de las principales dudas que siempre surge es cómo saber si el perro tiene frío. Aquí te damos unas claves para que puedas saberlo y conozcas en qué partes de su cuerpo requieren más atención.
Alertas de que tiene frío
Realmente, es sencillo saber si un perro tiene frío. Y es que hay una serie de señales que su cuerpo emite que nos sirven de alerta para saber que le están afectando las bajas temperaturas.
Una de las principales son los temblores, que son evidentes porque es como que el perro está tiritando. Esto siempre tiene que producirse vinculado a bajas temperaturas y a días fríos.
No obstante, también hay que tener claro que existen otras razas de perros -como suelen ser los Chihuahuas-, que tienen temblores con frecuencia por su propio metabolismo o bien por estar excitados en ese momento.
La rigidez muscular es otro de los rasgos a los que se debe estar atento, aparte de notar que el perro tiene una respiración más lenta de lo habitual y que su piel está mucho más seca. Otra señal que también indica que el perro tiene frío es muestra una mayor somnolencia.
Partes del cuerpo que son claves
Si notamos todos estos síntomas en el perro, realmente es porque tiene frío. De esta manera, hay que protegerlo, sobre todo, prestando especial atención a unas determinadas partes del cuerpo. Entre ellas, están los oídos y las almohadillas de las patas.
Y es que a través de estas partes de su cuerpo pueden contraer muchas enfermedades como consecuencia del frío. Una de ellas, por ejemplo, es la otitis por los oídos mal protegidos o bien se pueden producir grietas en el caso de que las almohadillas de las patas no estén bien protegidas e hidratadas.
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