Además de darnos compañía y cariño, los animales aportan una gran cantidad de beneficios a los seres humanos. En muchas ocasiones te hemos hablado de la zooterpia, es decir, terapias en las que se utiliza el mundo animal para ayudar a personas con problemas (delfinoterapia, equinoterapia, caninoterapia…).
En esta ocasión no hablaremos de perros ni caballos, sino de la asnoterapia, un método de intervención a través del cual se lleva a cabo una terapia psicológica utilizando al burro como co-terapeuta en casa sesión.
En qué consiste
Los burros son animales que se caracterizan por su nobleza, carácter afable y su predisposición a ser colaborativoS. Por eso, desde los años 50 se desarrolla en diferentes países esta alternativa terapéutica beneficiosa en el cuidado y tratamiento de personas con problemas físicos y mentales.
Consiste en tocar al animal, es decir, se hace a través de la exploración de su cuerpo y de estar en contacto con él y sus necesidades. Se practican ejercicios al lado y arriba del burro, dependiendo de las necesidades de cada persona. Este tipo de programas debe ser completamente individualizado y facilitado por profesionales.
Beneficios de la asnoterapia
La asinoterapia aporta grandes beneficios en el ámbito de la psicomotricidad, abarcando aspectos a nivel cognitivo (se ejercita la memoria, aumenta la concentración, atención, observación, autoconfianza, reduce la ansiedad, control de la impulsividad, autocontrol de emociones, mejora la comunicación, adquisición de vocabulario, interacción verbal y no verbal…
Además, la asinoterapia también mejora aspectos físicos como la coordinación fina y gruesa, fortalece la musculatura, corrige posturas corporales, disminuye la presión arterial y frecuencia cardiaca o coordinación viso-manual. Por otro lado, los burros pueden ayudar a mejorar las interacciones con los demás y con el animal, florecer sentimientos encubiertos, aumento de la responsabilidad, concienciación, respeto por uno mismo, los demás y el animal.