Aposematismo animal: Señales de peligro


Algunos animales, especialmente los insectos y algunos anfibios presentan colores muy llamativos como el amarillo, el rojo o el azul, habitualmente mezclados con el negro. La elección de estos colores no tiene nada que ver con la estética, ya que el color se utiliza para avisar a sus posibles depredadores de que son venenosos, tienen espinas, aguijones o colmillos o un saber muy desagradable. Este fenómeno se conocemos como aposematismo, observable en especies como avispas, abejas, serpientes, ranas venosas, etc.

El hecho de que los colores sean tan brillantes se debe a que, de ese modo, a los animales les resulta más fácil fijar en su mente que un animal amarillo o rojo es peligroso que si el color del mismo pasara desapercibido. De ese modo, una vez que los posibles depredadores han tenido contacto con algún animal que presente dichos colores, evitará todos aquellos parecidos.

Si nos fijamos, nos daremos cuenta de que en estos animales no se da sólo una mezcla de colores, sino que estos se entremezclan siguiendo un patrón, como las rayas amarillas y negras en las avispas o el moteado negro sobre amarillo o azul. Con esto, se consigue que incluso los animales que son ciegos al color puedan captar el mensaje de advertencia, ya que sí pueden identificar dichos patrones.

Este aprendizaje es utilizado por otros animales que, aunque no son venenosos ni peligrosos, imitan del todo en parte esta coloración, de forma que parecen peligrosos sin serlo, con lo cual se libran del ataque de los depredadores. En este caso, no estaríamos hablando de aposemantismo, sino de un fenómeno denominado mimetismo batesiano. Este es el caso, por ejemplo de serpientes que, sin ser venenosas se parecen a la peligrosa coral.

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