Antes de comenzar con la educación de tu gato debes recordar que él no es una persona, pero que él sí te conocerá como un gato más grande. Intenta ver las cosas desde su punto de vista para lograr entender por qué hace ciertas cosas. Otra cosa muy importante que siempre debes recordar es no golpear a tu mascota. Da igual que sea perro, gato o lo que quieras.
Es mejor que durante el aprendizaje nunca pegues al animal ya que las palabras tienen mayor efecto en la enseñanza. A los gatos, además de intentar hacer que entiendan palabra sueltas como “SI”, “NO”, etc. puedes hablarles con frases más largas. Los gatos sobre todo se centrarán en tu entonación. Pero lo que nunca debes olvidar es que los gatos son totalmente independientes, y que enseñarles órdenes como a los perros es muy difícil por no decir casi imposible.
Es poco probable que consigas que un gato vaya hacia ti por darle una simple orden. Sin embargo, un gato que sabe que será cariñosamente acariciado, cepillado con ganas, y complacido con los juegos que más le gustan seguro que sale a recibirte y cuando digas su nombre para, por ejemplo, ponerle la comida, se acerca rápidamente hasta donde tú estés.
Ninguna mascota se acercará a ti si le gritas o piensa que, por tu comportamiento, va a ser castigado. Como curiosidad, comentarte que los gatos responden mejor a los nombres que terminan en una «e«.