Es innegable que el primer año de vida de un gatito es vital para su desarrollo. Durante este primer año es muy importante la unión humano-felina, ya que será la encargada marcar el ritmo de la relación con el gato que se mantendrá el resto de su vida. Los gatitos no son sólo una miniatura graciosísima con al que jugar de vez en cuando, son mucho más. Su desarrollo es un proceso fascinante, y cada paso se convertirá en una aventura inolvidable para los dos.
Un buen “cuidador” debe entender que muchas de las acciones que realice el pequeño son simples investigaciones por lo que tendrá que tener mucha paciencia. En la naturaleza, los grandes felinos suelen permanecer con su madre durante el primer año de su vida. Durante este tiempo aprenden las habilidades necesarias para sobrevivir.
Con los gatos domésticos, este no es el caso, ya que se suelen regalar o comprar con pocos meses de vida. Ya que esto se ha convertido en una norma, lo mejor es separar al cachorro de su madre cuando este ya tiene entre 12 y 16 semanas de vida. La madre iniciará el destete de sus gatitos entre las cinco y siete primeras semanas de vida. Las 6 primeras semanas son muy importantes ya que durante estas se desarrolla su personalidad y su carácter.
Durante estas semanas es muy importante una buena supervisión de su salud, ya que son muy susceptibles a todo tipo de amenazas bacterianas. Entre la semana siete y las 12, los pequeños comienzas a desarrollar sus habilidades sociales. Si están con su madre y algunos hermanos, podrás observar como comienzan a jugar. Además también empiezan a interactuar con los seres humanos. Prepárate a jugar al “escondite”.