Este invierno está siendo un tanto loco en temperaturas. Tan pronto hay nevadas y bajada de temperaturas a días soleados que prácticamente parecen primaverales. Es una situación que desajusta un poco el cuerpo de las personas. ¿Pero qué sucede en el caso de las mascotas? Al igual que en el sur humano, los animales de compañía también notan los cambios de temperatura. Y esto sucede tanto fuera como dentro de casa. ¿Qué se puede hacer en el hogar? ¿Es conveniente hacer adaptaciones para que el perro se sienta mejor? ¿Cuáles son las más convenientes? Aquí te damos respuestas para saber cómo actuar.
Consejos
Durante el día, el perro al estar más activo no suele notar tanto la diferencia de temperatura. Además, el hogar suele estar caldeado con la calefacción o algún otro sistema de estufas. El mayor problema está en la noche, cuando bajan más aún las temperaturas, y el perro está inactivo porque tiene que dormir y descansar. En algunos casos, puede ser necesario hacer una adaptación de su cama para que no pase frío.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no siempre hace la misma temperatura por lo que unas veces será necesario tomar alguna medida, mientras que, en otras ocasiones, estará contraindicado.
De este modo, el primer consejo es adaptarse, siendo conveniente tener una cama de invierno, hecha con tejidos más cálidos, y otra para el verano con materiales más frescos y resistentes al agua.
No obstante, también hay que tener en cuenta el pelo del perro porque no es lo mismo un can con un pelaje abundante a otro que tenga poco pelo y sea más corto o más largo. Si la mascota tiene un pelo abundante y largo no va a necesitar tanto cobijo como otro animal de compañía que carezca de él.
A la hora de tomar decisiones, igualmente es importante tener en cuenta el tamaño del propio perro. En general, los de mayores dimensiones, es decir, los canes más grandes, suelen tener más reservas de grasa que los aíslan del frío. Por el contrario, tienen menos capacidad de resistir las bajas temperaturas los cachorros y los perros más pequeños.
Y, a la hora de elegir la cama adecuada, hay varios aspectos a tener en cuenta. Una de ellas es la longitud del perro, ya que la cama debe ser más cubierta en invierno, siendo conveniente que sean más algo más grandes de lo normal para mantener la temperatura corporal normal de la mascota.
Y, por supuesto, otro aspecto a tener en cuenta es la salud y edad del perro. Las más jóvenes soportan mejor el frío y es menos habitual que tengan problemas de salud que los más mayores. No obstante, todo depende de cada animal de compañía.
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