No siempre que nos vamos de vacaciones podemos dejar a nuestra mascota al cuidado de alguien, o puede que simplemente no nos apetezca separarnos de ella. Llevarnos de viaje a nuestro conejo no tiene mucha dificultad, pero sí podemos hacer que el viaje sea más placentero para nuestro amigo.
Si viajas en coche:
– Llévalo en un transportín o, si tienes suficiente especio no dudes llevarlo en su propia jaula. De ese modo el conejo se sentirá más tranquilo ya que el desplazamiento se realiza en un entorno que le resulta familiar.
– Sujeta bien la jaula o el transportín en el asiento posterior, de forma que no haya peligro de que se mueva o ruede.
– Evita que le dé el sol de forma directa. Si no tienes modo de hacerlo, lo mejor es cubrir la jaula con una tela liviana de forma que no le dé mucho calor y tenga suficiente aire. Tampoco es conveniente que le den directamente las corrientes de aire, por lo que a la hora de fijar la jaula deberás tener en cuenta el aire que entrará por las ventanillas.
– Llena el bebedero sólo hasta la mitad, de ese modo evitarás que el agua se derrame por la jaula.
Si viajas en tren:
– Llévalo en el transportín, de ese modo normalmente no te pondrán pegas.
– Procura que no le dé el aire acondicionado de forma directa.
– Ponle agua y algo de comida para el trayecto, aunque es difícil que se alimente durante el desplazamiento.
Si viajas en avión:
– Busca una compañía que te permita llevar a tu mascota contigo en la cabina, ya que no es recomendable que viaje en la bodega.