Una de las opciones para tener animales en casa son los peces. Últimamente, están perdiendo protagonismo frente a otras mascotas como los perros, que es la favorita de los españoles. Sin embargo, también hay muchas personas que las siguen eligiendo. Y, dentro de los acuarios, hay un sinfín de opciones porque son diversas las especies de peces, que se pueden tener. Hoy nos vamos a detener en los peces molly para conocer todos los secretos y claves de su cuidado. Ya adelantamos que son bastante fáciles de criar y de fácil convivencia con otros peces, pero sí hay que tener en cuenta una serie de aspectos, sobre todo, a la hora de cuidar a las crías porque son peces con una gran reproducción. De hecho, una hembra puede criar a unas 100 crías a la vez.
Apareo
Los peces molly son grandes reproductores. Sin embargo, para que esto suceda, se tiene que dejar que se apareen entre sí. Y, ¿cómo saber si se están apareando? Es fácil. El macho se pone debajo de la hembra.
La concepción habrá sido exitosa si se observa que a las tres o cinco semanas, aproximadamente de media, empiezan a verse pequeñitos peces en la pecera. No obstante, antes de llegar a ese punto, es clave sacar a la hembra del acuario y separarla del macho cuando está a punto de tener las crías porque estos peces, a veces, tienden a comerse a sus bebés.
También es fundamental separar a la hembra de las crías nada más haber dado a luz porque, igualmente, podría llegar a comérselas. Así es el momento de que vuelva al acuario. De todos modos, no hay que olvidarse de juntarla una vez al mes con las crías porque puede retener huevos fertilizados durante medio año.
Además, para que la gestación sea buena, hay que velar por el bienestar de la hembra. Y es que, en muchas ocasiones, el macho tiende a perseguirla mientras está gestando. Esto puede generarle estrés e, incluso, producirle el aborto.
Crianza
Una vez nacidas, las crías se alimentan de comida en escamas, aunque también se les puede dar gusanos negros, camarones en salmuera o algas porque es una especie que se alimenta de la naturaleza.
Una vez hayan pasado dos meses –a las ocho semanas alcanzan la madurez sexual-, ya es posible saber cuál es macho y hembra. Así se deberán separar si no se quiere más reproducciones. Y es que esta especie se puede reproducir entre hermanos.
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