Una de las razas de perro más llamativas el chow chow. Es un can que parece un león por su aspecto físico y su pelaje, ya que tiene una capa como aleonada. Una mascota que puede llegar a vivir unos 12 años y que, como todo animal de compañía, necesita de una serie de cuidados, que son característicos de esta raza. No obstante, es una mascota que tampoco es de las más caras de cuidar.
Características del perro
Antes de comenzar a hablar de los cuidados del perro chow chow, es importante conocer algunas particularidades tanto de su aspecto físico como de su carácter. Empezando por las primeras –es decir las físicas-, hay que tener en cuenta que es un perro de tamaño medio, que puede llegar a pesar hasta unos 30 kilos aproximadamente.
Pero eso no es todo, porque uno de sus aspectos más llamativos es el color de su lengua, que tiene un tono muy característico: es negro-azulado. Y, cuanto a su carácter, hay que decir que es un perro independiente y que suele mostrar indiferencia ante todo aquello que no le llama la atención.
Pese a ello, es un perro hogareño y que se lleva bien con la familia, aunque siempre es importante socializarlo bien desde pequeño para evitar esa excesiva independencia y que pueda producirse un cierto desapego.
Alimentación
El chow chow suele comer unos 450 gramos de comida al día, aunque la cantidad puede variar en función del sexo y de la edad. Siempre debe elegirse un pienso adecuado a sus características y que, evidentemente, sea específico para perros. Por lo demás, no hay que tener más cuidado.
Pelo
El pelo es uno de los aspectos más llamativos de esta raza de perro. Su pelaje leonino requiere de cuidados diarios, aunque es suficiente con un cepillado diario.
Salud
Aparte de las visitas al veterinario y de los cuidados de salud que todo perro tiene que tener, el chow chow es especialmente importante por alguna enfermedad concreta. Se trata de la miotonía e hipertrofia muscular.
Esta patología se cree que puede ser hereditaria puesto que es habitual en el perro chow chow. Sus principales síntomas están los trastornos musculares, que se reconocen por una relajación lenta de los músculos tras contraerse de forma voluntaria.
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