Un Golden Retriever adopta un gatito rechazado por su madre


Nos encanta contar historias tan tiernas como la que os traemos hoy. Los protagonistas son dos animales que cualquiera querría tener en su casa: un Golden Retriever y un gatito que fue rechazado por su madre nada más nacer.

El futuro del felino pasaba por vivir lejos de su camada, pero por suerte fue adoptado por quien menos lo esperaba. Un perro le abrió las puertas de su corazón y se prometió a sí mismo que jamás se despegaría de él.

Ponzu, que así es como se llama el perro que se ha ganado nuestra admiración, se mostró muy cariñoso desde el primer momento con Ichimi, un pequeño gatito que se sentía desorientado y algo temeroso por encontrarse lejos de su madre.

Ponzu e Ichimi, Ichimi y Ponzu

Con el paso de los días se han convertido en amigos inseparables. Duermen juntos, comen juntos y juegan juntos. La amistad, o mejor dicho la relación paternal que les une, ha reforzado una vez más la teoría de que los perros y los gatos no tienen por qué llevarse mal. Da igual la raza y el tamaño, tienen sentimientos y están dispuestos a ayudarse los unos a los otros. Esa es la grandeza de la que muchos seres humanos deberían aprender.

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