Los perros son animales que no suelen aburrirse porque suelen acostumbrarse, si se les educa bien, a estar tiempo en casa solos mientras, por ejemplo, se está trabajando o bien ante alguna ausencia para ir a comprar o acudir al médico, entre otros casos. Esto no quiere decir que los canes no se aburran. Y, ¿cómo saberlo? Cuando el perro se aburre, la mascota muestra unas claras señales. Aquí te contamos cuáles son para que las reconozcas y puedas poner solución.
Las señales
Como hemos comentado, normalmente, los perros son muy sociables y tienen una gran capacidad de adaptación a la vida que se lleva a cabo en el hogar en el que viven. Aún con todo, a veces, ya sea de manera puntual o bien más continuada, pueden mostrar aburrimiento.
Y, la primera clave para saber si el perro está o no realmente aburrido, es fijarse en su comportamiento. Si el can está aburrido, mostrará o habrá desarrollado un comportamiento compulsivo, que se nota porque se manifiesta a través de movimientos repetitivos sin aparente sentido. Son movimientos que el perro realiza con el fin de relajarse y que, por ejemplo, puede ser un lamido de manera excesiva o bien perseguirse la cola de forma continuada.
El aburrimiento en el perro también puede mostrarse a través de comportamientos destructivos. En este caso, el can realizará una serie de acciones que difícilmente pasan desapercibidas como morder el mobiliario del hogar o los objetos que haya en él de forma reiterada o también es frecuente que tienda a ladrar más.
A estas pautas de comportamiento se suma la desobediencia, ya que es habitual que un perro aburrido deje de obedecer a las personas del hogar y a los dueños. Otras señales a tener en cuenta son la tristeza, la falta de apetito, el letargo y mostrarse siempre cansado.
Y, cuidado con estos últimos síntomas, porque son indicativos de que el aburrimiento puede estar derivando en una depresión, que requiere atención y tratarla lo antes posible para cambiar ese estado de ánimo.
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