El cuidado del pelo es importante, aunque hay razas de perros en las que es más que fundamental y va más allá de un mero punto de vista estético. Es también una cuestión de salud. Es el caso del Bichón maltés. Un perro que se caracteriza por su bonito pelaje, pero que puede generarle varios problemas de bienestar y salud si no se le cuida adecuadamente.
Los problemas
El principal problema del pelo del Bichón maltés es el pelaje que, curiosamente, es uno de sus principales atractivos. Y es que en su pelo es habitual que se hagan nudos, lo que resulta muy molesto para sus movimientos, llegando incluso a dificultarlos porque son nudos muy tupidos y le producen tirones a cada paso en zonas como el cuello, la nuca o las patas.
Es más. Estos tirones o las posturas que adopte el perro para evitarlos, generan también otros problemas de salud, llegando incluso a aparecer contracturas principalmente en estas zonas de su cuerpo.
Además, en estas bolas o nudos de pelo, es habitual que se escondan fácilmente ácaros, pulgas o garrapatas, cuya presencia tampoco es beneficiosa para este animal de compañía.
Los trucos
Para cepillar bien el pelo del Bichón maltés, es importante buscar un momento del día en el que el perro esté tranquilo, siendo aconsejable cepillarlo cada dos o tres días entre unos cinco o diez minutos para que los nudos no se hagan grandes y muy tupidos y, en consecuencia, sean más difíciles de eliminar.
Además, se le peina más fácilmente con el pelo mojado –aunque no se debe abusar porque segrega una grasa natural que protege de los parásitos-, o utilizando sprays específicos que ablandan su pelo.
También es importante utilizar un cepillo especial para desenredar con las púas metálicas o un guante de masaje con peine incorporado. No hay que olvidarse de que la dirección del peinado va siempre desde la cabeza bajando hacia el lomo para continuar descendiendo después por las patas y el pecho.
Y, si no se pueden quitar los nudos, no queda más remedio que cortarlos para lo que puedes emplear cortanudos especiales, aunque siempre es mejor intentar quitar los nudos y, por supuesto, actuar de forma preventiva para que no se formen.
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